domingo, 21 de agosto de 2011

CAPITULO 13°



Para Carla, mi niña de los secretos, dulce, romántica y colaboradora en toda medida, gracias por tu acogida maravillosa, para mí eres especial …. 


Nota: Los nombres han sido sustituidos por guiones, quizas asi ase menos teatro jajajajaja), gracias por los consejos. 



Cruzo en su coche como un rayo la distancia que lo separaba de su casa. Llegó en un suspiro, como un demonio al que acaban de echarle agua bendita, con los dientes apretados, la mandíbula rígida, la piel ardiendo, el corazón galopando, saliendo de su pecho 

Se encerró en su cuarto y sin quitarse la ropa, solo desabrochando la cremallera de sus pantalones, liberó su polla poseída, cargada de necesidad. Apoyo la mano izquierda contra la puerta, lamió su mano derecha, aún olía a ella, aún sabía a ella, y la agarró con fuerza, sin piedad, sin pensar en nada, solo en ella, “arriba-abajo”, “arriba-abajo”, la urgencia, las prisas, un ritmo demoniaco, dentro y fuera de ella, su boca entreabierta, su olor en todo su cuerpo, y no hubo tiempo a nada mas, solo segundos, mientras estallaba en mil pedazos. Pudo ver en ese instante los ojos de Bella y gritó su nombre, solo su nombre. 

No fue suficiente, se dirigió al baño, cogió una toalla y limpio el desastre del dormitorio, abrió la ducha y dejo caer el agua fría, eso sería lo que continuaría a la necesidad demandante en su dolorido cuerpo, se desnudó a toda prisa, sin pensarlo dos veces, dejó que el agua cayera por su cuerpo aún hirviendo, su respiración hacia rebotar el agua contra su cara, como un luchador en un rhin de boxeo, tan alterado como un loco en un manicomio buscando una salida, desahogo, solo eso, liberar su cuerpo, terminar la carrera, alcanzar la meta, descansar... 

Las manos contra los azulejos de la pared, las piernas abiertas, una desnudez grande ensanchada aun más por su deseo; la cabeza hacia atrás, nada sería suficiente, nunca tendría bastante de ella, siempre mas, siempre algo que desear, algo que descubrir, mucho mas que amar. 

Sintió temblar sus piernas, solo de pensar en ella su miembro cobraba vida, como impulsado de nuevo, buscándola; esta vez lo tomó en su mano estrechándolo, acariciándolo igual que había hecho con Bella, mimándolo, comenzó un recorrido sobre toda su superficie, notando su dureza, su tamaño, imaginandose como lo haría ella, con sus dedos, con una mano, con las dos, con su boca, y solo pensar en ello, sus nalgas se encogieron endurenciendose al igual que su polla. Sus testículos llenos, llenos de todo lo que le pertenecía a ella, solo a ella, siempre a ella, y recordó sus palabras - ahora y siempre- así seria. 

La recordó de rodillas frente a el, esta vez en la bañera, en ese momento, con su boca carnosa, tierna, rosa, dejando ver su lengua que recorría su polla, mentira no suya, de Bella, lamiéndolo mientras que lo miraba desde abajo a sus ojos, llenos de peticiones sin ninguna restricción, ojos que pedían mas, como esa vez, -mas quiero mas- retumbando en su mente sin piedad, 

Deseaba que Bella diera cabida en su boca a todo su miembro, hasta la empuñadura, hasta que sus labios rozaran el principio de sus bolsas, quería pertenecerle por entero, quería agarrar su cara con ambas manos y sentir a Bella apartarse y volver, apartarse y volver. 

Un escalofrío recorrió su cuerpo, no era el agua fría el que se lo proporcionaba, sino la llamada de su cuerpo ante lo inevitable. 

Su masturbación reñida, errática, perdida en un ritmo demencial, hasta que un gruñido arañó su garganta. 

Reposó las manos en el lavabo, ya fuera de la ducha, su cuerpo entero húmedo, las gotas cayendo hasta el suelo, y levantó la cara hacia el espejo. Ahí estaba él, habiendo descargado toda su furia animal, toda su locura erótica, toda la necesidad de un hombre ante la única mujer que le hacía ser capaz de calentar su alma y su cuerpo en la misma medida, esa mujer que mientras que era acariciada por el, al borde del orgasmo, le había llamado “Dios”. Nunca había sido presuntuoso, ni prepotente, pero si Bella quería un Dios, el lo seria por ella... 

Se secó despacio, como si le debiera agradecimiento a su cuerpo por haber resistido la contienda ante Bella, y desnudo se tumbó en su cama. Tenía que descansar el cuerpo, tenía que darle reposo y tiempo, tenía que dormir y dejar de pensar en ella, sino sería imposible no acariciarse, era demasiada hambre...... 



Bella se despertó oyendo el timbre de la puerta. No sabía muy bien donde se encontraba, solo tenía la sensación de una niña que había soñado con cosas lindas, relajada, feliz. Saltó de la cama y fue hacia la entrada de la casa, oyendo en el camino las voces de Thelma y Dana, que discutía sin parar. Abrió la puerta sin reparar en como iba. 


_ ¿Qué se está quemando? 


Thelma y Dana la miraron con asombro, aquella no podía ser Bella; Doña puntual, Doña no me está permitido, Doña remilgada, estaba en la puerta de casa en bragas, con la camiseta salida por un brazo, los pelos revueltos como una leona, las mejillas encendidas y los ojos brillantes. Y la boca..... 

Thelma empujó a Bella hacia dentro seguida de una Dana igual de espectante y curiosa, que tras cerrar la puerta las siguió hasta el sofá, donde dos tazas de café sin servir, frías y solitarias habían sido testigos de lo sucedido la noche anterior. Qué pena pensó Thelma que las tazas de café no hablasen. 

_ Ya puedes empezar a soltarlo todo sin respirar, no estoy para adornos, y la curiosidad me mata. 

_ ¿A qué te refieres? 

_ Deja las tonterías aparte. ¿Está aún aquí?, ¿se marchó?. Oh Bella pobre niña, ¿te dejó sola después de, después de ..? 

_ Después de ¿qué? 

_ Bella,mirame, eres como una muñeca con la que han estado jugando toda la noche y nos dices ¿después de qué? 

Bella bajó sus ojos y se miró, sus bragas estaban en el mismo sitio, su camiseta, ¡mierda!, su camiseta parecía que había hecho una maratón por salir de su cuerpo; se tocó los pelos enmarañados y anudados como si le hubiera dado un calambre, y se llevó la mano a su boca. Controlo un poco su risa, como una tonta recordando todo lo de la noche anterior. Algo cálido y hermoso, como un secreto, le recorrió por todo su cuerpo. Edward la había acariciado hasta llevarla a los cielos, le había hecho promesas … ahora y siempre... le había dicho esas palabras justo cuando ella creía caer al vacío, pero el nunca la soltó, estuvo allí, hablándole, acariciando su cuerpo sin tregua, dándole calor con el suyo, oyendo su respiración igual de agitada . ¡Joder! y ella se había dedicado a sentir ,y ¿él?, nada, ella no había hecho nada por él. Se supone que ella tenía que haberle dado algo, mierda, mierda, mierda.... 


_ Tengo un problema 

_ ¿un problema?. Eso sería estupendo, tienes muchos problemas. Menos mal que al fin despiertas. Tienes una hora exactamente para dejar de parecer una loca y marcharte a trabajar, además de eso, tienes que explicarnos muchas cosas, contestar muchas preguntas, sobre todo una. Bella, ¿qué pasó aquí anoche?, ¿estás bien?, bueno esa pregunta la contesto yo porque es estúpida, estás más que bien, tienes cara de haber sido follada por un mago toda la noche. 


Bella no pudo reprimir la risa, tocaba sus labios, aún hinchados por esos besos, muchos besos que se debían, y Edward había acertado, ella había perdido la cuenta. Después de lo que había sucedido entre ellos no quería ni pensar lo que podía ocurrir a partir de ahora. Pero además, ¿cómo podría ella esta mañana mirar a Edward a la cara?, había sido infantil, tonta y egoísta, se había rendido plácidamente a sus caricias sin hacer nada, sin decirle nada, sin ofrecer nada a cambio. Bien hoy no era un halcón, hoy era un topo que necesitaba cavar el boquete más profundo de la tierra para que no la encontrase nadie, o mejor un gusano. Y por otra parte ¿cómo explicarle a las chicas lo que había sucedido?. Tenía que buscar la forma. Lo haría, ella era una chica rápida de grandes ideas y palabras fáciles. Pensó unos segundos... 


_ Bien atentas. Noche de cena aquí. El cocinó yo comí. Nos reímos, nos besamos, hasta ahí todo normal. Luego el me acarició, yo sentí, ¡oh dios mio lo que me hizo sentir!, yo no hice nada y el se fue. Ahora tengo que correr, debo ducharme, vestirme, ir a trabajar y verlo, quedar como una estúpida y morirme de vergüenza, aguantar que piense lo que quiera de mi. Por la tarde estaré muerta, vosotras de entierro. 


Las chicas la miraron teniendo clara una cosa, Bella había pasado por su primera vez de intimidad con un hombre, pero ni tan siquiera sabía que como a ella, a otras muchas les había pasado la primera vez, que no tenía porque sentirse culpable, y que si Edward, un hombre maduro estaba interesado en ella, no tendría que disculparla, sino que estaría deseando que eso ocurriera otra vez, hasta que ella se acostumbrara a él. 


_ Vamos, date prisa, el no pensará nada malo de tí ¿cómo podría hacerlo?. Eres la chica mas estupenda, perfecta, maravillosa y buena que hay sobre la faz de la tierra, sino ¿por qué íbamos a tenerte por amiga? 


La empujaron hasta el dormitorio y mientras Bella se duchaba en un tiempo récor, Thelma y Dana le preparaban la ropa. Pensaron a la vez que hoy debía ser un día grande, seductora y sugestiva, Bella no debía aparecer avergonzada, tampoco demasiado confiada, quizás un poquito inaccesible, no debía dar idea de algo equivocado. Por lo tanto las dos eligieron traje de chaqueta con pantalón y jersey de cuello alto sin mangas. Los tacones imprescindibles, nada de verse pequeña, hoy más alta que nunca, si eso algo de meneo en las caderas también, que le hicieran recordar quien era Bella. Y el pelo, el pelo suelto, al fin de cuentas el se lo había dejado como una fiera, una pequeña señal, había soltado la melena a la mojigata. 

...Bella llegó al despacho unos minutos tarde. Al abrirse el ascensor observó que el recibidor se encontraba lleno de gente, como si de una fiesta se tratara. Lara ocupaba su lugar, Petter de pie al lado de su hijo hablaba con él de la reunión del día anterior, el repartidor de la correspondencia se paseaba con su carrito por el pasillo entregando los envíos en cada despacho, el guardia de seguridad de la planta, atravesaba el vestíbulo con una taza de café en la mano, Ruffus y Marlena Brenan cerca de la mesa de Lara hablaban bajito, en fin un gran festival en un día tan señalado como el de la vergüenza que llevaba a cuestas, si lo hubiera sabido hubiera llamado a una orquesta y la fiesta hubiera acabado en baile. ¿Donde podía esconderse?, esos ascensores se estropeaban muchas veces, ¿por qué éste no se cerraba automáticamente y la llevaba hasta el sótano? 

Agachó la cabeza y notó como su cara era una pura llama, ¿se lo notaría alguién?, quizás si se dirigía a su mesa y solo decía buenos días, nadie se daría cuenta tan siquiera de que había llegado. 

…(Deja de decir tonterías Bella, se dijo así misma)..., bueno pues solo quedaba hacer lo que había que hacer en esos casos, armarse de valor, ella no era una cobarde, y pasase lo que pasase ella sabría defenderse. Además ¿a quién le importaba lo que los demás dijeran?, Edward la amaba, se lo había dicho, se lo había demostrado la noche antes muchas veces mientras la besaba y la acariciaba. Mientras Bella concluía con todos esos pensamientos, Edward se acercó hacia ella, la cogió de la mano, entrelazó los dedos a los suyos y la besó en la frente. 

Bella pensó que no tenía que estar muy enfadado cuando la besaba y además delante de todo el mundo, joder todos estaban pendientes de ellos. Solo tuvo tiempo para saludar a Petter y a Lara a su paso, total para que iba a saludar a Dña.Pomelo, tenía la misma cara de amargada que siempre. Entraron en el despacho y Edwar asaltó su boca como siempre con hambre atrasada, ...ese hombre era incombustible..., pero a medida que el beso le iba haciendo arder la sangre, se dio cuenta, ese era su gran momento, si su hombre reclamaba un beso ella se lo daría con toda su alma, bien empezaría por subsanar el error de la noche anterior. Tiró el bolso al suelo, rodeó su cuello con los brazos, se apretó con él con todo su cuerpo, sus muslos pegados a los de Edward, su cadera empotrada en la suya, su pecho aplastado contra su torso y su boca jugando de una forma indecente contra la de Edward. 

Sintió sus manos bajar hasta sus nalgas y si era posible algo de espacio entre los dos, Edward lo suprimió; esto era jodidamente excitante. Dibujo con sus dedos pequeños círculos y caricias en el cuello de Edward que por momentos empezó a restregarla contra su cuerpo, y entonces se dio cuenta que sus pies no tocaban el suelo, ¿tendría esto algo que ver con estar en el cielo?. Lo oyó gemir ronco dentro de su boca, y mordérsela sin compasión, total ya la tenía hinchada, como si hubiera pasado por el quirófano para inyectarse silicona, si seguían juntos, envejecer a su lado sería una delicia, estaba asegurado que no tendría que hacerse muchos retoques. Sonrió dentro de su boca y Edward volvió a emitir un gemido, éste más bien fue de protesta. 

_¿Podría saber que es lo que te hace tanta gracia? 

_Cállate y sigue besándome, lo estabas haciendo muy bien. 

_Te aseguro que no hay otra cosa que quisiera más en este momento que seguir con lo que estamos haciendo nena, pero me marcho con Petter a solucionar algo importante. 

_Pues entonces no lo hagas esperar. 

_Pero esta noche no te escapas, no me gusta empezar nada que no pueda terminar. 

_¿Vendrás a casa esta noche?, ¿Cocinaras para mi otra vez? 

_¿Lo dudabas? 

_Bueno anoche yo...yo no fui muy... Edward fui un total desastre, yo no se como exp.... 

Edward comenzó a reirse bajito, aunque sin control, haciendo que Bella se sintiera un poco avergonzada y ruborizándose por momentos hasta ponerse de un tono escarlata. Dejo que su cuerpo volviera al suelo y una de sus manos le acaricio la cara con ternura, su niña, su nena, su princesa estaba preocupada porque pensaba que no había sido suficiente. Si ella supiera lo que había conseguido la noche anterior solo con entregarse de esa manera, Bueno era hora de empezar a demostrarle lo que había logrado y de anticiparle que cuando hiciera mas lo mataría. 

Le dio la vuelta y la colocó de espaldas a él, al igual que hacía Bella con su padre, para que no le mirara a los ojos mientras le hablaba. Sus brazos fuertes le rodearon su pequeño cuerpo, estrechándola con delicado mimo, y apoyó su barbilla en la cabeza de Bella. 

_Princesa, anoche todo fue perfecto, no quiero que pienses en nada mas. Fue un momento de intimidad precioso. Lo único que fallo es que tuve que salir de allí corriendo, eres mi cielo y mi infierno, y si me hubiera quedado no se lo que hubiera sucedido. Pero quiero que sepas algo y no quiero que se te olvide jamas. Solo con mirarte, solo con ver como te entregabas a mi, hiciste que mi cuerpo te reclamara para siempre, conseguiste lo que ninguna mujer ha conseguido jamás. Yo no siento ninguna vergüenza al decirte todo esto. LLegué a casa y recordar tu cuerpo, tu olor en mis manos, y como me llamaste, fue suficiente para tener los dos orgamos mas grandes que he sentido nunca. No quiero pensar lo que sera cuando seas mia. 


La beso en el cuello, besos húmedos, besos cargados de ansias, de lo que llegaría mas tarde, cuando ella decidiera. Edward se apretó contra ella, empujando su polla, completamente despierta,contra la espalda de Bella, notando como ella empujaba al mismo tiempo su culo contra su cuerpo. 

_ Las niñas buenas no hacen esas cosas a estas horas y menos cuando su hombre tiene trabajo pendiente por hacer. 


Se rió porque sabía que Bella se sentiría ruborizada por su comentario, le encantaba jugar con ella de esa manera y sentir como poquito a poquito conseguía con ella una complicidad que le hacia sentirse mas seguro. Bella no tenia ni idea de lo que era en si misma. Cuando llegara a confiar plenamente en el, tendrían que modificarse los pecados capitales, porque la lujuria se habría quedado anticuada. Le dio la vuelta rozando los brazos de Bella con sus dedos, como una lenta caricia, la miro a los ojos, sus ojos, esos en los que siempre podría mirarse,y beso su nariz. 

_Mirame nena, mirame a los ojos. 

Escuchame con atención, nada de lo que venga de ti podrá hacerme daño mientras me ames, aunque sea a tu manera. 

Bella apoyó su cara contra su pecho y lo oyó latir tan en son al suyo que se asombró; cada momento que pasaba junto a Edward era tan hermoso, tan intenso, tan impredecible, tan nuevo, que la hacía sentirse como una niña ante un regalo de cumpleaños. Acarició con la mano su pecho por encima de su chaqueta y fue bajando hasta alcanzar la de Edward acariciando sus dedos, hasta dejarla dentro de su palma, sintiendo como él la dejaba en su interior acogiéndola. Oyó a Edward decirle muy bajito al oído “te quiero” ahora y siempre. 

Alzó la vista mirándolo de nuevo con cara entre enfadada y triste, esas malditas palabras siempre se estrangulaban en su garganta, siempre había tenido problemas para decirlas, a su madre, a su padre, a su hermano, a sus amigas. ¿Cuándo dejaría de ser así? y entonces dijo solo lo que podía decir... 

_Ahora y siempre. 

Esa sería su letanía, su frase para entenderse, para poder explicar lo que sentía hasta que su corazón sin miedo alguno le dejara decir esas malditas palabras. ¿Por qué todo se resumía en palabras? ¿Por qué eran tan necesarias? 

Edward entendio a la perfección sus reflexiones y antes de darle tiempo a que siguiera haciéndose preguntas, se separó de ella unos centímetros. 


_Tengo que marcharme nena. Te intentaré llamar durante el transcurso del día. Se buena, no te enfades con las otras niñas, tienes trabajo encima de la mesa y sabes que es muy importante para mí que las cosas se hagan para ayer. Confío en ti, come bien, te necesito fuerte y si no es mucho pedir 

¿podrías tener para mí algo que no sea un delantal?, cuando ayer me referí a ropa interesante no era esa mi idea precisamente. 

_Veré lo que puedo hacer, algo se me ocurrirá 

_ Estoy seguro de ello. 


Salieron del despacho y Edward se marchó con su padre y con Ruffus Brenan. Bella se dirigió a su mesa donde vio el trabajo que el le había indicado, y miró a Lara que le hacia con señas referencia al magnífico enojo de Marlena, quien a su vez se dirigió hacia Bella, en un tono tan altivo como arrogante y orgulloso. Bella la vió acercarse y como si de un gato salvaje se tratase se estiró con las garras preparadas, ella no era así, no sabía porque esa mujer sacaba lo peor que había ella, pero si era pelea lo que venía buscando, pelea tendría. Habría que desobedecer a Edward, porque se pelearía con las otras niñas, pero ya se lo contaría. 

_Bonito espectáculo. No sé de que armas te servirás para tenerlo rendido a tus pies, pero te aseguro que igual de rápido que has llegado, te iras de su vida. Edward es demasiado hombre para ti y pronto se habrá hastiado de una niña que no sabe complacerle. ¿Crees que no se notan tus carencias?. Creo que deberías ir comprando un voleto de viaje a ninguna parte y no volver jamás, antes de que tu corazoncito se deshaga en millones de piezas. 

_ Señorita Brenan estoy empezando a cansarme de sus absurdas peroratas y tengo demasiado trabajo del que ocuparme como para perder tiempo con usted. Procuro cuando doy un espectáculo que sea con público y además hermoso. El momento de mi marcha no lo eligirá usted jamás, eso dependerá solo de Edward y de mí y hay una bonita expresión que ya define cuando, recuérdela...ahora y siempre... ¿Habla de armas?, le aseguro que hasta ahora en todos nuestros encuentros me encontraba desarmada, no haga que saque mi arsenal porque entonces no tendría lugar donde esconderse. Y respecto a las carencias, puedo decirle que las mías son muchas pero hay una diferencia entre nosotras, yo intento cada día subsanarlas, usted consigue que cada día sean más. ¿Se ha parado a mirarse señorita Brenan?, sus defectos son tantos que tapan las pocas virtudes que puedan existir en un ser humano. No pienso huir jamás, aunque el mundo sea lo suficientemente grande, jamás me escondería de nada ni de nadie,no tengo nada que ocultar. Y ahora si me disculpa tengo trabajo que atender. 

La dejo muda, quieta como una estatua sin moverse, esa cualquiera siempre la dejaba con la palabra en la boca, todo eso lo uniría a su plan, tenía que darle una lección que no olvidara jamás, y lo primero era conseguir que Edward la viera igual a las otras, que empezaran a cansarle sus celos,. Tendría que planearlo todo con mucho cuidado, antes de que la bonita relación de cuento de hadas que había entre los dos creciera mucho más. 

Lara no dejó ni un solo momento de parecer atareada pero no perdió ni un solo detalle de las palabras malintencionadas de Marlena, así como de los aguijones educadamente expuestos de Bella. Esa niña peleaba con clase, unía las palabras de manera precisa y apuntaba a la yugular. Bella sabía defenderse, al menos de los ataques verbales, eso era buena señal, pero tendría que informar a Edward, que Marlena había hecho algo más que poner sus ojos en ella. 


A las doce del medio día una parlanchina Alice, la llamó por teléfono deseosa de verla y hablar con ella y sin esperar respuesta se invitó ella sola a cenar con Bella, así conocería su casa. Lo mismo ocurrió con Dana y Thelma que sin hablar con ella le dejaron un mensaje con la hora en la que llegarían a casa. Perfecto pensó cena para cinco. Menuda noche intima. Bueno almenos encargaría comida china y de esa manera Edward no tendría que hacer de cenar para un regimiento 

A las 8,30 de la tarde su casa era un circo, las chicas habían ido llegando y Bella las había presentado. Sentadas en el salón en el suelo, contaban historias del instituto y anécdotas que las mantenían en un estado permanente de euforia. Era increíble ver como las cuatro habían pasado por cosas similares, y como Thelma y Dana habían congeniado con Alice, que no paró de hablar desde el mismo momento en que había llegado, diciendo que era estupendo estar en un reunión de chicas. 

¿Donde estaría Edward que no llamaba?......


7 comentarios:

  1. bueno marlena no te creas que bella va a ser una adversaria facil, buen punto el de lara de informar a edward bella no le diria nada...jajajjaaj

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  2. ani cada vez me atrapas mas soloq odio a la marlena voy x el otro bye cari

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  3. era de esperarseee que se juntarannnnn estas niñasss.. ya me las imagino todas juntass ayudandola con la ropaa para la cita romantica y todoooo y pidiendo detalles de la noche hott.. jajajaj me encantaa aniiii como siempree genialllllllll---------- BESOTES AGUSLOP

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  4. espero que lara informe a edward porque creo que bella no lo hara.
    ani confio en que nos hayas hecho a una bella y aun edward un pelin mas inteliegentes que en las otras fics y que no caigan en ridiculos mal entendidos cagandola a la grande

    voy al siguienta capi a ver donde se metio edward espero que no ande en el medio del misterio alice cosa que no seria de estranar

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  5. jajaja, normal el pobre ha llegado a casa y se ha tenido que aliviar cosa mala.
    Las amigas de Bella son geniales, vamos tía que estás en el cielo cuentanos que ha pasado. Bella se lo suelta todo y ellas tan majas le dicen tranquila que ya seguirás disfrutando.
    Y Edward que besos le da que la deja sin aliento la leche.
    Marlena es lo peor de lo peor, espero de verdad que su plan para separarlos se vaya al carajo porque de verdad se lo merece. Y Lara le va a contar lo que ha pasado a Ed, seguro.

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  6. creo que aqui empieza el plan de la arpia, pero que manera de contestarle de mi bella jajajajaja y ese ed tan enamorado de ella, dios que pasion desprenden los dos y donde esta que no la ha llamado??? tendra algo que ver en ello mi querida alice??? jajajajja, a seguire leyendo ta casi llego a la mitad jajajajaja besos ani guapa tq!!!

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  7. Me gusta la base que estan construyendo,marlena ni se imagina que un amor asi exista,asi que su supuesta batalla con Bella no va a ir a ninguna parte,la tiene mas que perdida.

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