viernes, 30 de diciembre de 2011

Capitulo 35 "No puedo dejarte Marchar"



NOTA IMPORTANTE:



EL PROXIMO DÍA UNO DE ENERO SE PRESENTARÁ UN NUEVO BLOG ROBSTEN
QUE LLEVARA POR NOMBRE " ROBSTEN DESDE NUESTROS OJOS" 
TIENE CARACTER PRIVADO AUNQUE PERMANECERA ABIERTO 48 HORAS CONTADAS DESDE EL MOMENTO DE ABRIR SUS PUERTAS 
DURANTE ESE PERIODO DE TIEMPO SE ENVIARAN LAS INVITACIONES CORRESPONDIENTES PARA TENER ACCESO AL MISMO GRACIAS A TODAS LAS QUE HABEIS HECHO POSIBLE ESTE PROYECTO 




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Este capítulo quisiera dedicarselo a Carmela, nena aunque no pusieras tu nombre en nuestro chat, tus risas al igual que tu compañía son inimitables. Gracias por estar siempre a nuestro lado. Y ya sabes hay un cuento infantil reservado par tu próximo sobrinito. 



… 

_ Buenos días Alice. 

_ Buenos días Edward, te veo muy feliz. 

_ No pensaba que fuera tan evidente. 

_ Es mucho más que eso. Yo diría que lo llevas escrito en la cara. 

_ ¿Y qué dice exactamente la nota? 

_ Algo así como... si antes la amaba ahora mucho más y sigue con un... 

_ Jajaja, Alice todo eso es imposible, tantas palabras no puedo llevar escritas. 

_ Edward es una gran historia de amor la que pregonas sin esconder. 

_ Me alegro de eso. 

_ ¿Y Bella? 

_ Es temprano, no he querido despertarla, es muy importante que descanse y se recupere cuanto antes. 

_ La ví muy bien antes de irme unos días. 

_ Alice deja de buscarle explicaciones a cada palabra. 

_ Gracias Emmet, mi hermana siempre ha sido muy tenaz. 

_ Bueno mientras que vosotros hablais de cosas que no entiendo, voy a subir a ver a Bella, tengo muchas cosas que contarle. 

Edward y Emmente se quedaron mirando hacia Alice. Ella era simplemente así. Por más que le dijeran que Bella estaba descansando, en ese momento sentía necesidad de estar con ella y lo haría. 

_ ¿Crees que alguna vez escuchará lo que se le dice? 

_ Sinceramente, no. Hará una y mil veces lo que quiera, ya sabes no atiende más que a sus razones si esta convencida que son las correctas. Al principio no lo entendía y no sé si es cuestión de comprender o de aceptarla simplemente como es, me gustó desde el principio su temperamento y su independencia. Estos días ha estado muy preocupada por Bella, cree Edward, que está excesivamente recluída, que debería retomar de alguna manera el ritmo de la vida que llevaba antes de su intervención. 

_ Lo sé ¿crees que no lo he pensado?. Me cuesta exponerla tanto como retenerla Emmet te lo aseguro, pero antes que nada hay que protegerla. Ahora es excesivamente vulnerable, aunque progresa muy rápido sigue sin recordar muchas cosas. ¿Qué pasaría si se encontrara con Marlena?. No quiero pensar si quiera en la posibilidad que le hiciera daño, que la confundiera aún más de lo que está. Pensar en todo esto me está volviendo loco, pretendía ofrecerle un tipo de vida completamente diferente y sin embargo, todo son riesgos. 

_ Edward no te mortifiques más. Lo verdaderamente importante es saber que Bella ha superado algo que ninguno de nosotros conocía, ya no está enferma, solo es cuestión de esperar. Para todo los demás estamos muchos pendientes de todo. 

_Lo sé y eso consigue que mantenga algo de orden dentro de mi cabeza. 

Te dejo trabajar un rato, espero poder convencer a Alice de que Bella no está para demasiadas preguntas. 

_ Intentalo y saldrás escaldado. 

_ Jajajajaja,voy con ese pensamiento adelantado. 

Edward se encerró en su despacho, tenía que adelantar trabajo. 



…. 

_ Como siempre estás preciosa. 

_ Y tú como siempre eres un caballero. 

_ No me gustas perder las formas, ya lo sabes. 

_ Espero que hayas terminado felizmente con tus entretenimientos, lo que tenemos que hablar es importante. 

_ ¿Aún sigues con tu fijación-obsesion-enfermedad por Bella? 

_ Parece que estuvieras psicoanalizandome. 

_ No puedo evitarlo soy médico Marlena. 

_ ¿Y todo eso padezco? 

_ Ya debería saberlo. Creo que si me hicieras caso todo sería más fácil. 

_ Le hice una promesa a mi madre. 

_ Te escudas en ello para seguir adelante. Donde quieras creer que ha ido después de muerta tu madre, no creo que le importe demasiado nada ya, sobre todo porque tu padre no consiguió a Esme. En definitiva ella solo quería ser libre. 

_ No olvides que arruinó su vida. 

_ Vuelvo a repetirte que su vida estaba arruinada por el alcohol mucho antes de que apareciera Esme. 

_ Los hombres no entendeis de sentimientos. 

_ ¿Y tú sí Marlena?, no he visto nadie jamás con menos capacidad de amar que a tí. Todo lo que persigues es por un interés. 

_ ¿Has acudido a nuestra reunión para recriminar mi forma de ser? 

_ En absoluto, he venido porque me has llamado,solo te estoy diciendo ésto porque es mi deber como amigo o lo que quieras que sea, pero totalmente convencido de qué nada te hará cambiar. 

_ Quiero ponerme en contacto con tu hombre. 

_ ¿Podría saber para qué?, es peligroso Marlena. 

_¿Crees que no lo sé?, necesito información sobre Edward y Bella, quiero que los siga, y sobre todo a ella. Necesito saber que está pasando. Ella es muy astuta y seguro que está planeando una boda rápida. 

_ Y ¿si así fuera?, ¿qué piensas hacer? 

_ Impedirla a toda costa. En ese caso nada me detendría. 

_ Marlena, vuelvo a decirte que no me gustan estos juegos. Al principio no me importó participar contigo, pensé que todo quedaría en una advertencia para Bella, y que Edward se cansaría de ella, pero no ha sido así. Siguen juntos, él está enamorado de ella, muy enamorado. Un hombre de su edad, que ha disfrutado de su posición, que ha podido estar con la mujer que hubiera elegido,mujeres de su clase, de su nivel económico, no estaría con ella por nada. Bella está viviendo en su casa, forma parte de su familia. ¿Puede eso entrar en tu retorcida cabeza?.Eres inteligente Marlena,no lo compliques, es mucho más sencillo que todo lo que piensas. Déjalos en paz vivir su vida y dedicate a encontrar otra forma de vivir la tuya. 

_ ¿Quieres un aplauso?,como discurso no ha estado nada mal, pero te aseguro que no pienso rendirme. 

_Como siempre tú mandas, aunque cada vez me resulta más absurdo y menos divertido. 

_¿Sí tú estuvieras enamorado de alguién que te hubiera rechazado un millón de veces, desistirías? 

James bajó la vista y apretó sus puños debajo de la mesa. Marlena nunca entendería los sentimientos que despertaba en él, ni tan siquiera una sola vez había tenido la posibilidad de mostrarselos. Siempre había sido Edward y Edward mil veces. 

_ Marlena, tú no estás enamorada de Edward, el amor es otra cosa. Tú te sientes rechazada y eso te hace estrellarte una y otra vez contra el mismo error. 

_ Por supuesto que no lo estoy,lo reconozco, lo estuve hace tiempo siendo una niña estúpida, pero el solo respondía “no”. Me hizo ver la clase de hombre arrogante y prepontente que es. Arrancó de mí cualquier esperanza hasta dejarme sin nada, y nació el interés James. Ahora no luchó por Edward, ni por una vida de amor junto a él, solo quiero recuperar lo que es mio, y hacerle vivir en la misma desolación que me hizo a mí padecer. Quiero robarle cada uno de sus buenos momentos, cada uno de sus sueños, de su futuro junto a Bella. Está claro que le importa demasiado, pues bien, no dejaré que los disfrute con tranquilidad. Estar junto a ella le será cada día más difícil, hacerla felíz se convertirá en un infiero, porque no dejaré de impedirselo. 

_ Ahora sería yo el que debería aplaudirte o mejor abofetearte. Te has vuelto ciega, y no sé como hacer para que vuelvas a ver. Creo que has hecho tu elección. Sé directa dime qué quieres. 

_ Necesito que le digas a tu hombre que se convierta en la sombra de los dos, pero sobre todo de Bella, a él puedo tenerlo más vigilado en la oficina, por alguna razón ella no trabaja ahora y quisiera averiguar por qué. Lara por supuesto esquiva todas mis preguntas. 

_ Bien me pondré en contacto con él lo antes posible y le haré llegar tus requerimientos. ¿Cuánto estás dispuesta a pagar por estos servicios? 

_ Dado que no ha tenido mucho éxito deberías negociarlo, aunque en realidad no me importaría pagar cualquier precio si me informa correctamente. 

_ Un trabajo exhaustivo, ¿eso es lo que quieres?. 

_ James quiero que me diga donde va, con quien va, que compra, que come, quiero fotos,saber si la lleva a cenas románticas, si vuela con él en sus viajes. Quiero la crónica de todos sus días juntos. Tengo que saber cuando la deja sola, necesito entrar en escena. 

_ Impresionante, me dejas con la boca abierta, ahora actriz. Creo que aunque esto no me guste voy a divertirme como nunca. 

_ James tu sarcasmo a veces me crispa los nervios. 

_ No puede creerte preciosa, tu los tienes de acero. 

_ ¿No piensas invitarme a cenar? 

_ Claro, no todos los días tengo la suerte de compartir cena con una artista. 

_ Dejalo ya James. 

_ Es más divertido que la venganza aunque tú no lo veas. 



…. 

Hacía más de una hora que Alice había invadido su habitación para estar con Bella.Inmerso en papeles de la empresa, a la que llevaba días atendiendo desde el despacho de casa, y esperando noticias de Lara y aún así, no conseguía olvidad los momentos que había compartido durante todas la noche. Imposible hacerlo. La había sentido suya como antes, como siempre. Tenía aún su olor por todas partes. Las imágenes se sucedían ante sus ojos como si volviera a vivirlas. 

Su piel de satén le acariciaba por cada parte de su cuerpo, su rostro encendido, el sudor sobre su labio superior, su cabello revuelto, sus pechos marcados por el roce de su barba incipiente, sus gemidos. Todo estaba en su cabeza apareciendo una y otra vez. 

El calor de su cuerpo envolviendolo, su boca pidiendole más y más besos, insaciable y generosa, tímida y atrevida, niña y gata. 

Una sonrisa cálida se dibujó en su rostro al recordar como Bella en un momento sin control, apretaba fuerte los músculos de su brazo, arañaba su espalda, mordía sus hombros e incluso golpeaba su pecho. Momentos en los que estuvo al límite, en los que no supo qué o de donde sacó las fuerzas para contenerse y no devorarla. 

“Tú nunca me harás daño, solo sabes amarme”. Recordó esas palabras y se recostó sobre el sillón. 

Tan cierto como que necesitaba respirar, fue así desde el primer momento.l 

El sonido del teléfono lo sacó de sus pensamientos. 

_ Dime Lara. 

_Edward lo hemos encontrado y lo hemos seguido. Sabemos donde vive. Estamos esperando a qué desaloje su vivienda. Está claro que su nivel de vida ha mejorado como predijo Bella. El último domicilio que tenía la policía sobre él era un antro de mala muerte. Ahora vive en una sencilla casa en el barrio de Willesden. La zona es de clase media. Lo hemos visto dos veces acudir a un mismo restaurante turco llamado Mezerama. 

_ Sabeis todo lo que teneis que hacer. Espero noticias en breve. 

_ No tengas dudas Edward todo saldrá bien. ¿comó se encuentra Bella? 

_ Lara se está recuperando muy rápido, pero intento manejarla alejada de todo esto. 

_ Lo sé pero no creo que le guste demasiado. 

_ De eso también estoy seguro. 

_ Me mantendré en contacto. 

Colgó el telefóno y la voz de Bella inundó sus sentidos. 

_ Necisto un rescate urgente. 

_ ¿Qué pasa nena?, ven aquí. 

_ ¿Con quién hablabas? 

Se sentó en su regazo y besó su mejilla. 

_ Era Lara con nuevas noticias, lo han encontrado. Ya estamos más cerca. 

_ Esa es una estupenda noticia. 

Cambio rápidamente de conversación. 

_ ¿Y tú de que te escondes? 

_ Jajajaja, ha sido una huída a toda prisa. Alice no para de hacerme preguntas, casi me tenía acorralada en el dormitorio. Y Emmet no hacía más que increparla para que me dejara respirar. He salido corriendo de allí mientras ellos discutían. 

_ Entonces tendremos que escondernosmejor, al próximo luegar que vendrán será aquí. 

_No los dejes pasar, no podría contestar nada más hoy. 

_ Bien, haremos una cosa, saldremos por la puerta del jardín, rodearemos la casa y nos iremos a desayunar juntos ¿qué te parece? 

_ ¿Me lo dices en serio?. Dos salidas en menos de 24 horas. Eso es como una pequeña fiesta para mí. 

_ Venga pongamonos en marcha antes de que aparezcan. 

Pero Bella se acercó a su boca, antes de que Edward pudiera levantarse y rozó sus labios con ésta. Solo un roce suave y tierno probando su sabor mentolado, hasta moder el labio infeerior y tirar de él lentamente. 

Suficiente para Edward, que sujetando su nuca, atrapó su boca en un beso profundo, intenso, conquistando su lengua y jugando con ella descaradamente. 

No se hicieron esperar los suspiros de Bella ni tampoco el temblor de sus labios, ni la ansiedad de Edward por seguir conquistando cada rincon de su boca. 

_ Ehh Ehh para nena para, o nos encontraran tumbados en el suelo sobre la alfombra haciendo el amor. 

_ Siempre me interrumpes en lo mejor. 

_ Dime eso mismo esta noche cuando estemos solos si puedes. 

_ No pienso quejarme de nada. 

_ Por supuesto que lo harás, pero no te escucharé. 

Se levantó y quedó de pie junto a él, sus ojos pedían a gritos un abrazo. 

Edward no necesitaba palabras para enterla, nunca habían hecho falta, pero deseaba escucharla, necesitaba sentirse cada día más seguro de que la Bella que tenía ahora era la misma que lo había olvidado. 

Sin dejar de mirarla, sus manos fueron hacia sus bolsillos para controlar el deseo de tocarla. Sus ojos pedían, suplicaban esa petición. Y como siempre Bella, una vez más, lo sorprendió. 

_ Si no me abrazas ahora mismo no te diré algo importante. 

_ ¿Cómo de importante? 

_ Oh vamos no me hagas de rogar. 

_ Un poco solo. 

_ No sé lo importante que pueda ser para tí, ni tampoco el valor que pueda tener que te lo diga, pero a mí me gustaría que lo supieras. 

_ Bien en ese caso... 

Sacó las manos de sus bolsillos, haciendose el indiferente y sonriendole como un canalla. 

La estrechó entre sus brazos sin mucha presión esperando que nuevamente le pidiera ese abrazo. Pero no tenía ni idea de lo que escucharía a continuación. 

Con la cara contra su pecho pronunció unas palabras que le hicieron estremecer. 

_ Edward, estoy enamorandome de tí sin remedio. 

No sabría jamás cuantos segundos pudo estar escuchando la voz de Bella en su interior como una canto hipnotizante esa frase, ni tampoco con qué fuerza pudo estrecharla entre sus brazos. Solo sintió su corazón desbocarse, y el anhelo de su boca repetir una y otra vez “te quiero”. 

_ Nena, vuelve a decirmelo otra vez más por favor. 

_ Estoy enamorada de tí. 

_ ¿Y que se supone que tenemos que hacer nosotros, aplaudir?. Bella me has dejado con las frases a medias y con Emmet que no para de quejarse todo el rato. 

Bella no pudo controlar su risa, evidentemente demasiado tiempo en la huída. ¡ Los habían cazado !. 

… 

_ Edward no quería molestarte tan tarde. 

_ No pasa nada Lara, estaba trabajando un rato. 

_ ¿Y Bella?. 

_ Prefiero no decirte con quién y donde está. 

_ ¿Peligroso? 

_ Mucho más. 

_ Alice y cocina, no me digas más. 

_ Jajajaja. La he visto tan ilusionada sin recordar que es su contrincante que no he querido decirle nada. Alice me ha prometido cuidarla, y tan solo estoy a un tiro de piedra. 

_ Tienes más valor del que pensabas. 

_ No creas Emmet las vigila. 

_ Me quedo más tranquila. Bien hablemos de cosas serias. Todo está saliendo como había pensado Bella, es impresionante como esta niña llegó a verlo en su cabeza. 

_ Lo teneis bien localizado 

_ Completamente Edward, y además está desesperado. Entramos en su domicilio revolvimos casi todo, y además encontramos una bolsa con lo que deben ser los restos de su pago por los servicios prestados. 

_ ¿Cuánto?. 

_ Hemos contado 20.000 libras. Supuestamente ha tenido que gastar en alquilar la casa donde reside, así como los gastos de mantenerse. 

_ En cuanto vio el espectaculo salió de la casa completamente alterado, más bien descompuesto diría yo. 

_ ¿Y? 

_ Lo hemos interceptado antes de que hiciera ninguna llamada, no podíamos arriesgarnos a que se pusiera en contacto con James o Marlena y todo se nos fuera de las manos. 

_ Bien pensado. ¿Cuando podré hablar con él?. 

_ Precisamente por eso te llamaba Edward. He pensado que si quieres mantener al margen a Bella, deberíamos trasladarlo a algún lugar donde ella no tenga acceso, y que tampoco conozcan ni James ni Marlena. Después de saber qué y para quienes exactamente está trabajando, pensaríamos si retenerlo o de alguna manera coaccionarlo para que hiciera una declaración o incluso que trabajara de nuestro lado. ¿Donde te parece que podríamos llevarlo? 

_ Lara creo que debería llevarlo a un apartamento a las afueras de la ciudad y mantenerlo vigilado pemanentemente. Espera, mejor aún,no lo alejes de nosotros. Busca un apartamento cercano al despacho, nadie lo buscaria dentro de nuestro mismo radio, y estaríamos todos más concentrados en un lugar. 

_ Estoy contigo Edward, creo que es una buena idea. 

_ Ya sabes cual será a partir de ahora mi línea de investigación, no quiero que Bella sepa aún nada, no quiero que se preocupe, ni que intervenga. 

_ ¿En qué se supone que no debo intervenir?. 

Su rostro cambio instantaneamente, cerró los ojos antes de pronunciar las últimas palabras. 

_ Lara haz lo que hemos hablado, tengo que colgar. 

Sabía que Bella le reprocharía sus actos. Hacía tan solo unas horas que había reconocido estar enamorada de él. Una y otra vez se había repetido esa frase dentro muy dentro, donde no se notaran los saltos de su corazón. Bella no había esperado a volver, a recordarlo, lo había comenzado a amar desde cero, como si fuera la primera vez, y no podía contener su alegría al comprender, que el amor que sentían era tan fuerte que podía con cualquier cosa. Y ahora no era capaz de mirarla a la cara y decirle que su necesidad de protegerla era tan grande, que no quería que se involucrara de nuevo en la investigación, que tenía tanto miedo a que algo le ocurriese, que solo pensaba en tenerla alejada. Bella era muy fuerte y muy inteligente. Para ella esto supondría una traición. 

_ Vuelvo a repetirte mi pregunta ¿en qué se supone que no debo intervernir? 

_ Nena, no sé que estarás pensando pero solo intento protegerte. 

_ ¿De qué manera Edward?, ¿aislandome?,¿mientiendome?, ¿ocultandome?. Puede que tú encuentres así más seguridad, pero ¿y yo?, ¿cuento?. 

_Nena escuchame. 

_Eso es lo único que hago Edward, escuchar, poner todo mi empeño en cada palabra que deciís, buscar la luz que no tengo, los recuerdos que se han ido, en cada gesto. Pero ¿sabes?,no es suficiente. No necesito además que me ocultes lo que está sucediendo ahora, que memantegas al margen de lo que ocurre, porque de esa manera estaré aún más ciega. 

_ Ahora estás enfadada cariño, pero te aseguro que si te tranquilizas podré explicartelo. 

_ Explicarme ¿qué?. ¿Qué es cierto que soy una princesa que puede morir si la sacan de su reino?, ¿qué para que tú no temas yo viva en el exilio?, ¿qué harás ahora que lo has encontrado Edward?, porque es eso ¿verdad?. ¿Qué harás Edward?, ¿esconderme aún más?. 

Edward la miraba fijamente, sus ojos eran fuego, sus mejillas subían de tono de rosa, sin perder casi la compostura.Sus palabras se clavaban como aguijones sin detenerse, aguijones que eran verdad, que dolían aún más. Observó como se llevó su mano hasta su vientre cerrandolo en un puño. Aquel gesto le hablaba de decepción, de furia y de rabia contenida. Le había fallado y sabía que se lo haría saber. Y no tardó... 

_ Podíamos haberlo decidido juntos, podías haber contado conmigo, pedirme opinión. Entre los dos habríamos superado los miedos, siempre hay otro camino Edward. Tu decides y yo obedezco, ¿eso es?, oh no, aún es mejor. Tu ordenas a todos que no llegue a mis oídos lo que no quieres que oiga. Edward mi pasado me tiene ciega, y ahora ¿también quieres que sea sorda?, ¿qué me pedirás mañana?, ¿qué no sienta tal vez?. 

_ Tratandose de tí lo creas o no, no puedo arriesgarme, no puedo perderte, ¿no puedes entender eso? 

_ ¿De qué estás hablando Edward?, ¿de miedo?. ¿Crees que yo no lo siento?. Lo sentí al despertar la primera vez después de una intervención a la que no sabía que había sido expuesta, lo sentí cuando ví frente a mi a alguien no conocía, a todos y cada uno de los que me rodeaban sin saber quienes eran o qué esperaban de mí, lo sentí igualmente al no recordar mi nombre, al saber que estaba casada sin saber si te amaba, al poner mi vida en tus manos, porque eras quien más cerca sentía. Sentí miedo en esa habitación de hospital cada día y cada noche que Alice me hablaba de cosas que no entendía, miedo a no reconocer ni a Charli como a mi padre. No sabía que sentir ya cuando miraba a mi Emmet y sus ojos escondían momentos que yo había vivido con él, pero que me estaban negados. Miedo sí,miedo y verguenza ante tí, por no reconocer a mi marido. ¿Sabes lo que es sentir tus besos dentro de mi alma, desearlos, necesitarlos y sentir pudor porque no sé quien eres?. ¿Tú me hablas de miedo?. He creído dejar ese miedo atrás esta mañana, cuando he encontrado el valor suficiente para decirte que estaba enamorandome de tí sin remedio. He tomado toda la fuerza que necesitaba de lo que hemos compartido juntos, porque pensaba que era todo Edward, lo que sentíamos frente a mis miedos y los tuyos. Pero estaba equivocada. 

Fue acercandose a ella muy despacio, no pretendía asustarla en ese momento, solo abrazarla y hacerle entender que de los dos, ahora en ese instante ella era mucho más fuerte. Conforme lo hacía la vió retroceder lentamente, pasos cortos que la iban alejando de él cada vez más. 

_ Nena, nena no, no te alejes de mí, no lo hagas por favor. 

_ No soy yo quien lo ha hecho primero Edward, si no tú. 

Se detuvo delante de ella sin rozarla, sin tocarla, pero sin dejar de mirarla. Dentro de sus ojos en esos momentos solo vió oscuridad. Sus pozos, esos donde el podía mirarse le habían cerrado sus puertas. En ese momento no veía nada. 

_ Se que ahora no lo ves, pero también sé que eres inteligente y que lo comprenderás. 

_ ¿Comprenderlo?, tu no necesitas que yo lo comprenda, tú quieres que yo lo acepte. Si hubieras querido compartirlo conmigo si hablaríamos de comprensión, pero así no me das elección. Edward ¿sabes lo qué es un matrimonio? 

_ Me estás matando, me estás derrotando sin saber lo que siento. 

_ Te mentiría si te dijera que no lo estoy intentando, porque ahora mismo siento tanto dolor, que no me importaría que Marlena, James o ese personaje al que no conozco hicieran conmigo lo que quisieran. Alejarme de tí, eso es lo que pretenden. Quizás debería pensarme la posibilidad de marcharme por mí misma, y todo ésto acabaría igual que empezó. 

_ No sabes lo que estás diciendo y vas a conseguir ponerme tan furioso que lo lamentaría después. Intenta controlar algo tus palabras porque me están haciendo mucho daño. Sé que tienes razón en las formas, pero los fines son ahora más importantes. 

_ ¿Yo soy un fin Edward?, esto me está sonando a negocio. 

_ Nena, tu eres mi principio y mi fin,mi único fin. 

_ Antes de llegar a ese fin Edward, hay que construir el comienzo, y tú lo estabas haciendo sin contar conmigo. 

Dejó de mirarlo a los ojos, sabía que si seguía haciendolo siempre sucumbiría a sus palabras. Empezaba acomprender que el amor era una total entrega. Por muy indignada que pudiera sentirse, decepcionada, furiosa o enfada, sentía su calor tan cerca que en esos momentos le torturaba sentirse presa de Edward. 

_ Lo siento pero ahora mismo no tengo fuerzas para seguir. 

La vio darse la vuelta y dirigirse a las escaleras hacia el dormitorio. Se sintió sin fuerzas. Bella le había dado una a una todas las explicaciones que cualquiera hubiera necesitado para saber que estaba equivocado. Y sin embargo su maldito corazón no dejaba de sentir miedo. 

Pensó que ir detrás de ella en ese momento era un error. ¿Qué puedes decirle a la luz?, ¿qué otra excusa que no fuera su agoismo a perderla a que algo le sucediera podía tener?. Bella tenía razón una ve más. No había intentado al menos hablarlo con ella, hacerle sentir que si algo le ocurría el no sería nada. Había decidido por su cuenta, y no solo ello, había impedido a todos los demás que la pusieran al corriente de sus planes. 

_ Se le pasará hijo. 

Se giró hacia la voz. Su padre le observaba a media distancia, sin querer invandir su espacio en esos momentos. 

_ ¿Tu experiencia padre? 

_ No Edward. Este reproche tan magnificamente expuesto, en contra de lo que tú crees no es más que una advertencia de lo que espera de tí. Te está avisando, alertando de que es mucho más fuerte de lo que imaginas, y que si está a tu lado, lo podrá todo,qué juntos lo podreís todo. No tienes ni idea hijo de lo que es una discusión seria entre un hombre y una mujer. 

_ Las viví muy de cerca Petter no lo olvides. 

_ No podría. Pero las sentías desde tu perspectiva, como hijo,no como esposo. Tú querías que todo fuera feliz, me reprochabas que yo no hiciera lo necesario para que tu madre no se marchara, como solía hacer cada noche, o cada día que discutíamos. ¿Quieres decirme que es exactamente lo que tú estás haciendo?. Lo mismo. Tu esposa, a la única mujer a la que amas y amarás como lo haces, te ha invitado a reflexionar, y creeme, lo ha hecho de una manera indiscutible, no quisiera tenerla de rival. Se ha defendido sin armas solo con la lógica y el corazón. Bella te ama tanto que no concibe el secreto entre ambos porque lo mide por su ante sus propias decisiones, ella jamás te hubiera anulado como tú lo has hecho. Y ¿se puede saber qué haces tú?. Quedarte clavado en el suelo, y sentirte la víctima porque crees que Bella no entiende lo que sientes. 

_ Ahora mismo no encuentro las palabras para disculparme. 

_ Hijo no entiendo como puedes ser tan inteligente para los negocios y tan torpe para el amor. Cuando quieres al alguien, cuando amas a alguien, las palabras, sobre todo para el perdón no son necesarias. 

Ahora si lo entendió, no esperó a que su padre siguiera hablando. Subió las escaleras con la misma rapidez que la noche anterior lo habían hecho para entregarse el uno al otro deseosos de compartir su intimidad. Tuvo la intención de entrar sin llamar, apresuradamente en su deseo de encontrarse con esos ojos que le habían negado el acceso, pero consiguió controlarse. Sus nudillos golpearon la puerta dos veces, más impetuosamente de lo que hubiera deseado, pero aún así no esperó respuesta alguna. Y como siempre, como cada vez que esperaba algo, por muy grande que fuese, Bella conseguía sorprenderlo. La vió al fondo de la habitación. Su cuerpo traslucido a través de una precioso camisón negro largo, dejando ver su cuerpo por completo. Su pelo suelto y cepillado hacia un lado, su estrella brillando entre sus seños; sus pies descalzos y sus ojos ahora más transparentes reclamandolo. Sin poder respirar, solo mirandola, viendose ahora en ellos con tal claridad que todo su miedo quedo olvidado. 

_ Cierra la puerta con llave Edward, voy a enseñarte como un matrimonio llega a un acuerdo, y toma una decisión beneficiosa para los dos. 

Como un autómata, sintiendo el latido de su corazón en su pulso, a un ritmo imposible de seguir, como un hombre afortunado, pensó, que no se merecía aquella mujer. 

Cuando se volvió la vió justo frente a él. Con una sola mano, sin importarle su dificultad para hacerlo, fue desabrochando su camisa... 

Sus ojos dos mares bravos, llenos de olas de lujuría buscando como navegarlo. 

_ Ahora solo somos un hombre y una mujer. Tú intentaras protegerme, y yo demostrarte que soy fuerte porque estás a mi lado. No habrá ni vencedores ni vencidos entre nosotros. Tú me harás ver que me necesitas tanto que has sido demasiado torpe tomando una decisión sin contar conmigo, sobre todo porque recae sobre mi, y siempre me dejarás la capacidad de elegir, y yo te demostraré que cada uno de tus besos, cada una de tus caricias, cada toque, y cada te quiero me hacen sentirme invencible. 

La abrazó temblando, acercandola a su cuerpo hasta no dejar espacio entre ambos. 

_Ambos seremos muy muy convicentes, porque el amor no puede ser de otra manera. Edward, también siento miedo cuando no estoy a tu lado porque te amo... 



Nota.: Esta semana tendreís que perdonarme, no hay comentario de poesía inicial, y tampoco he podido desarrollar ninguna de esas ideas que pasean por mi cabeza. Soy madre de familia y las fechas, las vacaciones de mis hijos, los regalos de reyes y la cocina, me tienen algo perdida. Me ha costado un imperio pasar al ordenador el nuevo capítulo. Además algunas ya sabeis que hemos estado trabajando mucho para presentar nuestro blog y ésto requiere para una inexperta como yo, un montón de tiempo extra. Gracias por todo, y ya sabeis el proximo 1/01/2012, tendreis otro lugar donde poder compartir muchos momentos. Gracias. 

sábado, 24 de diciembre de 2011

Capítulo 34 “Una hermosa lección de amor”


“Había olvidado lo que es suspirar
al pensar en alguien más...
había olvidado lo que es extrañar
a alguien que no sabes si regresará
había olvidado lo que es querer
sin siquiera saber quien es
había olvidado tantas cosas
tantas cosas, que había dejado de amar”.
              (Tovléz).





Mientras leía el poema que me enviaste nena, una especie de sonrisa meláncolica, dulce muy dulce, me invadió por completo. El recuerdo de una historia real vivida por alguien a quien adoro y que sigue muy cerca de mi vida. Hace no mucho tiempo para algunas de nosotras y para otras, las más jóvenes como si se tratara de un pasado arcaico, mujeres valientes, porque nunca hemos dejado de serlo, sufrían el desamor de una manera silenciosa. 


Dejó de suspirar y hasta casi de respirar por alguien que no la quiso jamás, dejó de sentir incluso dolor, por quien nunca debió de amar. Intentó a empujones olvidar hasta su nombre, que con el tiempo averiguó que no era ni tan siquiera con el que llegó a llamarlo, y por olvidar, se olvidó hasta de vivir. 

Se entregó en cuerpo y alma a un engaño, que más tarde fue un milagro divino, y que lleva por nombre Alba. 

Esa niña nacida de su vacio, hoy tiene 32 años, y desde el primer día que supo que la llevaba dentro, ha sido su aire, su verdad más inmensa, su energía, su fuerza, su luz, su victoria y su cura. 

Podría hablarte horas sobre ella, llenarte folios narrandote su pasado y la conquista de su incierto futuro, su lucha. Sin embargo para que me entiendas, para que conozcas mucho de ella, con muy pocas palabras, te diré, que a pesar de haber perdido muchas cosas, es ella en quien seguiré siempre viendo la más preciosa inocencia. 



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Feliz navidad  y prospero año nuevoo que la pasen super bienn se los desea  su amiga  hanvry ;)


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_ ¿Feliz? 


_ No sabes cuanto. Llevo demasiado tiempo sin salir a la calle, pareceré como una niña en día de fiesta. Creo que hasta tengo más apetito y me siento hasta caprichosa. 

El tono de su voz le decía todo, Bella estaba radiante, y él se sentía exultante por verla brillar. 

_ ¿Caprichosa?. Me gustaría saber que deseas. 

_ Oh Edward, no sé si estarás a la altura esta vez. 

_ Ponme a prueba. 

_ Jajajajaja, no te asustes, es muy sencillo al menos para mí, pero no se cuanto tiempo habrá pasado desde que lo hicieras por última vez. 

_ ¿Soy tan viejo para tí?. 

Vió su dificultad para abotonar su chaqueta y se acercó hasta ella para facilitarle el trabajo. 

_ Espera, ya lo hago yo . 

_ Ufff, ésto me desespera. 

_ Y a mí me desesperas tú. 

_ ¿Qué he hecho ahora? 

_ Me has cazado delante de todos. 

_ ¿Herido?, no te he cazado Edward, te has dejado cazar. 

La fue empujando con su cuerpo muy sosegadamente hasta retenerla entre la pared y su cuerpo, sin dejar apoyado completo su peso. Una mano en su cintura pequeña, la otra en su cuello, levantando con su pulgar su barbilla. Ahí estaban sus ojos brillando como espejos, chispeando como ascuas, encendiendolo. 

_ Ahora es cuando quiero que seas mi gata. 

Como una muñeca frágil, como un cachorro dócil mordió despacio su boca. Pequeños mordiscos sin ejercer presión, solo marcando sus labios y sobre éstos barridos de su lengua, probando el sabor más dulce. Amaba esos besos. Subió su mano derecha entre juguetona y densa, notando cada músculo de Edward en alerta, a través de su torso, buscando su cuello, hasta llevar sus dedos a su nuca y enrollarlos en su pelo. Pudo sentir cada poro de su piel retraerse, cada bello erizarse. Recorrió con su pulgar su garganta, notando su movimiento, tragando su saliva, y pudo escuchar el aire que entraba por su nariz hasta llenar e inflar sus pulmones. Desabrochó, no sin esfuerzo uno de los botones de su camisa, depositando un beso húmedo en su pecho, reconociendo su olor, venerando su aroma. Otro botón más y un beso cerca de su corazón, al que escuchaba fuerte y poderoso, magnífico y glorioso, cabalgando a galope . Una lamida vergonzosa en su pezón y ante la respuesta de Edward, otro intento de chupar su sabor. 

_ No te estoy cazando Edward, mírame, me estoy derritiendo. 

Se acercó hasta su oído y casi en un esfuerzo, pronunció algunas palabras con tal emoción contenida que Bella tembló por ellas. 

_ Esto es el cielo nena, y no quiero despertar de este sueño. No sabes como necesito que me toques, ser el dueño absoluto de tus deseos. Quiero que veas lo que haces en mí solo con respirar, con existir, con querer estar a mi lado. 

Bella volvió en un pequeño gesto su cara, buscando la boca que le hablaba, la que le hacía temblar como una hoja, buscandola como loca, para beber de ella una a una todas aquellas palabras. 

Desató a la bestia que sin media alguna abrió su boca, engullendo la de Bella, buscando su lengua, introduciendo la suya, haciendo que el baile fuera de amor. 

_ ¿Sabes el poder qué tienes sobre mí?. Todo princesa, todo. 

Sonrió algo angustiada al oír princesa, recordaba algunas frases que se repetían en su cabeza. 

_ ¿Por qué esa tristeza?. 

_ Dicen que las princesas son tan sensibles que notan la rotación de la tierra, por eso se marean tanto, que son tan vulnerables, que si están lejos de su reino se enferman, que hasta pueden morir de tristeza. No quiero ser débil Edward, quiero ser fuerte a tu lado. 

_ Nena, ¿de donde salen esas palabras? 

_ No lo sé. A veces vienen demasiado rápido, invaden por completo mi cabeza, pero no tengo imágenes, no puedo ligarlas, es … es... 

_ Shsss,shssss, un día cerrarás los ojos y cuando los abras yo estaré ahí contigo. No habrá más vacíos, ni pozos, ni temores.Y si eso te asusta, no habrá más princesas. 

Se acomodó entre sus brazos sintiendo como Edward abrochaba su camisa en silencio. 

_ Lo siento. 

Cada vez que la oía disculpase por algo, pedir perdón por lo que no entendía, solicitar permiso para hablar sentía tristeza. Era una manera de manifestar que aún no estaba de vuelta. 

_ Pues no lo sientas. 

Se separó de ella para hablarle, para que entendiera. 

_ Cada vez que eso sucede, aunque tú no lo entiendas estás más cerca. Lo que crees que está tardando demasiado en llegar, está apareciendo a borbotones en tu cabeza. Te esfuerzas demasiado, provocas los recuerdos, y sin querer al mismo tiempo los espantas. Dejalos llegar a su ritmo. Dejame cuidarte nena, dejame hacerlo a mi manera. Ahora dime ¿ qué prueba es esa qué tendré que superar para tí? 

_ Quiero que hagas una apuesta conmigo. 

_ Si tiene algo que ver con el ajedrez desisto. 

_ Jajajajaja, no no, quiero retarte a comer montañas de helado. 

_ ¿Helado? ¿eso es lo que quieres cenar? 

_ Sí, ¿tan raro es?. Llevo demasiados días alimentandome de comidas algo insípidas, tengo ganas de hacer alguna travesura. Dime que sí, por favor, por favor. 

_ Muy bien, tu mandas, pero te advierto, jajajaja, has perdido. 

_ Eso ya lo veremos. 

_ Y si gano ¿a qué tengo derecho? 

_ Bien eso será un secreto hasta el final. Si tu ganas yo cumpliré cualquier cosa que me pidas, y si por el contrario gano yo, preparate. 

Una chispa de picardía apareció en sus ojos, no se dejaría ganar, la vencería y su premio sería bastante recompensa. 

… 

_ Por fin. Te he dejado cuatro mensajes y no has contestado a ninguno. ¿Puedes decirme donde estabas? 

_Marlena tranquilizate, estaba ocupado simplemente. 

_ ¿Ocupado o entretenido? 

_ ¿Acaso te molestaría? 

_ Puede que sí, pero ahora eso no es importante. 

_ ¿Puedo saber que es tan urgente para dejar cuatro mensajes a un fiel servidor? 

_ No sé si sigues siendo fiel. 

_ Vamos Marlena,aún no te he fallado. ¿Que se te ofrece?, procura que sea divertido, es más interesante que hacer planes que parecen no tener los resultados que tú deseas. 

_ Eso no depende de mí. Tú eres quien está fallando al no encontrar a la persona indicada para llevarlos acabo. 

_ Como no, me había olvidado que tú nunca fallas. Acabemos querida, ¿qué es lo que se te ofrece? 

_ Pareces tener demasiada prisa y no me gusta compartir con nadie mi tiempo. 

_ Pues creo que tendrás que llamar en otro momento, o mejor será que quedemos para cenar y así podrás explicarte. 

_ ¿Me estas proponiendo una cita?. 

_ Jajajajajaja, no no era esa mi intención, tu no te dejas llevar por los momentos románticos preciosa, y yo ya estoy advertido. Cenaremos y me dirás que es lo que quieres sin interrumpirme en algo de exclusivo interés en estos momentos. 

_ ¿Puedo saber quien es? 

_ No puedo dar crédito. Marlena parece que te importara donde o con quién pudiera encontrarme. ¿Qué importa eso?, ¿celosa? 

_ Ni en tus mejores sueños. 

_ Así es Marlena, directa, fría, práctica y vengativa. Esa es la que conozco. 

_ ¿Algún piropo más?. 

_ Quizás más tarde en la cena. 

_ ¿A qué hora? 

_ Ya te llamaré en un rato. 

James colgó el teléfono y por una vez algo más feliz. Marlena estaba interesada en él de otra manera, o ¿quizás fuera solo su imaginación?. 



…. 

_ Hasta ahora voy ganando yo. 

_ Porque haces trampa, tú no hablas y yo no dejo de hacerlo, pero a partir de ahora, tendrás que ir más deprisa porque pienso ganar. 

Edward no hablaba, si todo salía como pensaba sería una noche muy muy larga, y no estaba dispuesto a darse por vencido. 

Le vió el rostro sonrojado y como una niña jugando con el helado en su boca. Era un sueño volver a verla disfrutar de aquella manera. No tenía que imaginarse su risa, la tenía, no era necesario soñar con su boca, la mordía, la chupaba, la lamia y la besaba cuando quería, no eso no era del todo cierto, quería más, quería mucho más, la quería toda, siempre. 

Y sus ojos, aquellos que desde el primer día habían iluminado su camino, ahora brillaban como nunca. 

_ ¿Qué miras? 

_ Come y calla. 

_ Eres un mandon. 

_ Vas a perder. 

_ No te enteras de nada cariño. 

Edward entrecerró los ojos, mirandola de una manera granuja. No podía ser verdad lo que estaba pensando. Bella era tan inteligente que … 

_ Ufff por fin te das cuenta, creí que no lo harías. 

_ No puede ser cierto lo que estoy pensando. 

_ Ajam , pues lo es. Estaba dispuesta a dejarme ganar. Jajajajaja, desde el primer momento. 

La risa de Edward se oyó por todo el establecimiento. Esa mujer, su mujer, su esposa. Cuando lo pensó, cuando fue capaz de repetir en su cabeza esas palabras se sorprendió a si mismo de no sorprenderse. Siempre había sido suyo, y Bella siempre le había pertenecido. No importaba bajo que contratos, o por sobre cualquier tipo de interés, había nacido un vínculo llamado a existir para siempre. 

_ ¿Estás segura? 

_ No me dirás ahora que tú también eres del club de caballeros que no cumplen sus promesas? 

No daba crédito. Bella repetía inconscientemente sus momentos, sin saberlo, sin darse cuenta. Bella había vuelto aunque ella no lo supiera, aunque fuera la última en darse cuenta. 

El alma contenía su alegría por miedo a asustarla, por miedo a decirle que estaba en casa, que solo había estado fuera pocos días, muy pocos, y que cuando menos lo esperase, al abrir los ojos, habría vuelto. 

_ Siempre cumplo mis promesas nena, siempre. Quitate tu anillo, y lee lo que hay escrito dentro. 

Bella deslizó su alianza entre sus dedos, y leyó “Ahora y siempre, todo”. 

_ ¿La tuya también dice lo mismo? 

Edward le entregó su alianza para que pudiera leer su inscripción. 

Y bella repitió aquellas palabras lentamente. 

_ En cualquier lugar. 

Tomó su mano, y con mucho cuidado volvió a colocarle el anillo sobre su dedo. 

_ Llevame a casa. 

Lo dijo mirandolo fijamente, confiandole el secreto que le nacía en el pecho. Edward no esperó la entendió desde el comienzo, sus ojos pedían a gritos que le hiciera el amor, que la estrechara entre sus brazos, que le besara la boca, que volaran juntos tan alto que no tuvieran regreso. 

No había tiempo, era tanto el deseo, que llegar hasta casa, subir la escalera corriendo y cerrar de una patada la puerta del dormitorio, pareció una prueba complicada. 

La tomó nervioso de la cintura y se estampó contra su boca sin misericordia. No podía soportar el deseo que le llamaba por todas partes. Su temperatura era tan cálida lo hacía arder solo con imaginarsela desnuda. 

_ Te daría la luz de mis ojos para que pudieras ver, recordar lo que no encuentras. Todo lo que hago nena lo hago por tí. 

Los suspiros de Bella iban en aumento caldeando su corazón, incendiandolo sin remedio. Abrió su chaqueta y arracó su preciosa camisa. No había tiempo para que lo que pensaba con ella, para lo que necesitaba amarla de nuevo. Y ella... ella no se resistía, no sentía miedo. No solo estaba entregada. De manera insinuante movía sus caderas, rozandose contra su polla, buscandola con su vientre, como una experta bailarina de la danza del vientre, que quisiera volverlo loco. 

Mordió su clavícula lamiendo sobre ella, prodigando un pequeño castigo para después otorgar el premio. Dolor y placer sucediendose simultaneamente para dar paso a deseos acumulados, nacidos en las entrañas y repartidos por todo el cuerpo. 

Tomó la mano de Bella y la llevó hasta su polla, que se alzaba orgullosa y valiente, en espera de sus caricias. 

_ Tocame nena, por dios tocame. 

Y Bella siguió a un ritmo demencial, lo que él induciendola había comenzado. Por encima de sus pantalones, tocando, acariciando, moviendo su pequeña mano hasta dejarlo al final del camino, al límite de su aguante. Sin dejar de besar su boca, de compartir su aliento, de consumir el aire, dos amantes desesperados por un final agónico. 

_ Voy a correrme nena, para no sigas, para. 

_ ¿Qué estoy haciendo mal ahora?, me dices que te toque, y te acaricio, y ahora me dices que pare. No quiero hacerlo estoy sintiendo tanto como tú. 

Mordió la carne de sus pechos, succionó y lamio sus pezones, los mantuvo entre sus dientes con sumo cuidado. Hasta que llegó al límite de sus fuerzas. Donde estaba no había vuelta atrás, no había medidas ni controles ni tan siquiera intenciones de parar. 

Como una bestia salvaje ahogó su grito en el cuello de Bella donde junto a besos palabras poco entendibles, pronunciadas sin orden alguno, salidas como sonidos, fueron lanzadas hasta la llegada del éxtasis. 

_ Debería estar enfadado por ésto. No me había pasado nada así desde los 15 años. 

_ Y por supuesto yo soy la culpable. 

_ Sin lugar a dudas. Te he dicho que me tocaras, no que me acariciaras como si fueras una bruja maestra, experta y muy astuta. 

_ ¿Todo eso soy?.No me podía imaginar poseedora de tantos títulos. 

_Además de manipuladora y dueña absoluta de mi persona. Pero te aseguro que te costará muy caro. 

_ Bien intentaré pagarte con mi cuerpo. Avisame cuando lo creas necesario. 

_ No tendrás tiempo nena, será ahora mismo. 

Abrió la cremallera de sus pantalones, tan ajustados, que disfrutó haciendolo, mientras que Bella solo podía mirar a sus ojos endiablados, salvajes, los que le decían todos y cada uno de los juegos a los que la sometería. Sintió la mano de Edward abierta, como una alfombra recorrer despacio y ejerciendo la justa presión desde su ombligo bajando por su vientre, hasta introducirse en el interior de sus bragas, para continuar abierta recorriendo su monte de venus, deteniendose en él, estrechandolo, continuar con sus dedos rozando los labios de su coño para luego sin tan siquiera dudarlo, introducir un dedo y luego dos en su coño, el mismo que ella estrechó nada más sentirlos en su interior, hundidos hasta su fondo, proporcionandole tanto placer, que tuvo que cerrar los ojos y abandonar su cuerpo contra la pared. 

_ Eso es, ahora me toca a mí y te aseguro nena que no pienso ser nada rápido. Tenemos toda la noche para nosotros y demasiadas cosas por sentir. 

Bella sintió temblar sus piernas. Mientras le hablaba no había dejado de mover sus dedos dentro de su coño caliente, que con cada una de sus caricias, había ido formando una espiral intensa en todo su cuerpo. Pero no era suficiente, todos y cada uno de sus órganos rogaba, lloraba por más. Era el juego de lo insaciable, de necesitar, de querer y exigir, y la voluntad de jugar con las mismas reglas. Sentir sin pedir, sin implorar, ¿dónde residía más placer?, ¿en la conformidad de lo que te dan?, ¿en la impaciencia de pedir?. Se perdió en sus pensamientos cuando un dedo más de Edward se introdujo dentro de ella, perdido en su humedad en esos momentos avergonzandose casi de sí misma. Un gemido corto, seguido de un gesto de sus dientes mordiendo sus labios, la delataron de un placer desquiciante, loco, que la hacia convulsionar sin contención. 

_ Me vuelves loco nena, casi puedo oler como llega tu orgásmo y eso hace de mí un esclavo a tus órdenes. 

_ ¡¡¡¡Edward!!! 

_ ¿Qué?, ¿qué pare?, ¿qué siga?, ¿qué mueva mis dedos más rápido?, ¿más dentro nena?. No importa que no digas nada, porque sé lo que necesitas ahora mismo, a cada segundo. Tú no hablas, pero tu cuerpo me lo pide a gritos y tu olor me dice que si sigo un poco más, estallarás en mil pedazos. ¿Tú quires eso cariño?, yo no, no ahora, no todavía. Hoy voy a recordarte muchas cosas solo sintiendote y haciendo que me sientas. 

Sus dedos ahora rápidos, se deslizaban entrando y saliendo de su coño con tal maestría que Bella no podía contener sus sonidos, acompañados de una respiración desacompasada que chocaba contra la cara de Edward dandole fuerzas para más. Sacó sus dedos y sintió como Bella se revolvía furiosa y decepcionada. Acarició nuevamente con su mano abierta totalmentte su entrepierna y lo siguiente que oyó fue casi un aullído fiero de queja. 

_ Shsss,Shsss. Te juro que no hay nada más hermoso para mis oídos que tus deliciosos ruíditos, pero guardarlos para más tarde, cuando el juego sea de los dos. Ahora voy a dedicar algo de tiempo a un sensual depilado aquí, (apretó nuevamente su entrepierna y sintió los dientes de Bella morder su cuello). 

_ No sabes como me pones cuando me muerdes o me lames,o cuando besas mi boca como si comieras de ella. Vamos nena, no quiero gatitas, me gustan las lobas. 

Bella apretó aún más sus dientes, lamiendo enseguida con su lengua, intensificando las lamidas y recorriendo la superficie de su carne hasta llegar a su oido. 

_ Eres una encantadora de serpientes, una bruja capaz de envolverme, pero esta vez no, aquí y ahora decido yo. 

Se apartó de ella tirando de sus pantalones hasta el suelo para elevar su visión y mirar esa perspectiva de Bella que lo embriagaba. Su lengua recorrió desde sus tobillos hasta sus muslos. Volvió a meter los dedos en su coño, donde éstos se deslizaban ya sin reservas. Acercó su boca y mordió su pubis mientras la magia seguía haciendo de las suyas en su interior. 

_ Siempre tengo fiegre, tú me haces tenerla, mantienes mi cuerpo tan caliente, ardiendo, que no veo más que a través de tus ojos, de tu placer, y cuanto más al límite te tengo, más perdido estoy. Podría follarte un millón de veces y seguir con ganas de tí. 

La sintió ahora sí, temblar como una hoja.En Bella todo llegaba de aquella manera, a lo grande, y él era el hombre más afortunado del mundo por hacerla sentir de aquella manera. Sonrió , sabía exactamente en ese momento lo que tenía que hacer para hacerla estallar, para que en su mente solo aparecieran luces de colores, explosiones descontroladas, ardor en su corazón y que sus piernas se derrumbaran contra él. ¿Quién era capaz de soportar tanta belleza?. Solo con hablarle un poco más, sus dedos harían el resto. 

Y así lo hizo.Siguió moviendo sus dedos para subir su cuerpo y acercar su boca hacia la de Bella hablando contra ella, tragandose su aliento, rozandola. 

_ Te aseguro que la noche promete, ¿me sientes nena?, estoy duro otra vez para tí. Voy a follarte con mi lengua y con mi boca,voy a hundirme en tí hasta que los dos tengamos que decir ¡basta!,voy a esforzarme por darte una lección de amor que no olvidaremos jamás. Eres mía, eres mi esposa y te quiero entera, la de antes, la de ahora, la que está por llegar, en esta vida o en la próxima no voy a dejarte escapar. 

Fue justo al morder su boca cuando Bella estalló en un gemido hondo que era la música 

que precedía a su explosión. Y como Edward le había dicho, exactamente como sus palabras le habían descrito que sería sucedió. Miles de colores emergiendo de la nada, para llegar a encender cada célula de su cuerpo y entre medio de aquella berberna de sensaciones, sintió a Ewdard agarrarla de sus caderas y arrancar de su coño cada gota de sus fluídos. Agarrada a su cabeza, enrollando sus dedos a su pelo para no caer, los sentidos cada vez mas alerta, dejando en la frontera del final, del comienzo una y otra vez. 

_ ¡¡¡ Edward!!!, no puedo más, no puedo más, para para cariño para. 

_ Esto no es nada nena. Esta noche conseguiré que me ames y me odies (subía su lengua lenta por su cuerpo), que te rías como una loca, y que llores de placer, (llegó hasta su garganta). Voy a comerme tu aire y a escuchar como me pides que siga y luego que pare. Voy a arrancarte cada una de tus caricias, hasta que se vuelvan tan urgentes que quieras pegarme. 

Se detuvo frente a ella mirandola con tal deseo que pensó que no sería capaz de controlarse.Apoyó su frente en la suya, demasiado control estaba sosteniendo y sin embargo estaba desquiciado. 

_Dime que tú quieres lo mismo. 

Y Bella lo dijo todo en esa frase que era una promesa de los dos. 

_ Edward, “Ahora y siempre, todo, en cualquier lugar” 

_Ayudame a contenerme nena porque podría hacerte daño y eso me mataría. 

_ Tú no me harías daño jamás. Tú solo sabes amarme, y adoro como lo haces. ¡Bésame! 










Nota:. Mi dedicatoria final hoy es diferente. Me he subido al carro de las valientes, sin saber si podré salir sin muchas heridas de guerra. He compuesto dos poemas nacidos desde la ilusión, el dolor, la fuerza y la convicción de qué no hay nada que se desee con mucha fuerza que no se pueda conseguir. El primero de ellos se titula “Olas negras”, y quisiera dedicarselo a Loly, Flor, Anes y Mamen, la razón es evidente, somos las viejas chicas. El segundo poema se títula “Deseo” y éste si es para quien quiera leerlo, para vosotras, para todas y cada una a las que he dedicado algún capítulo y las que quedan por tener su pequeña dedicatoria, para quien haya sentido el amor, para quien necesite sentirlo, para quien lo haya perdido, o para quien lo sueñe. Para todas.No puedo ofreceros nada más que no sean mis palabras.

“ Olas negras”

Noche negra negro invierno
día infame, día eterno.

Desde las claras del alba
a esas horas de infierno
donde los perros aullan
y se escuchan desde  lejos,
de pié contra la ventana
soportando su dolor en silencio.
Los pies clavados al suelo
el pecho en un suspiro
la garganta sin aliento
recordando con lágrimas densas
el pasado desde dentro.

Noche negra,negro invierno
día infame, día eterno.

Hace más de un año y medio
 como si fuera hoy lo recuerda
le arrancaron a su hijo
del corazón sin remedio
desde ese lugar donde el mar
no devuelve nunca a los muertos.
La mar no perdona la vida
la mar no devuelve los sueños.

Noche negra, negro invierno
día infame, día eterno.
      Anitina.


“Deseo”
Y al mar pongo por testigo
con su amanecer de rojo intenso
que arrancas con tus caricias
temblores que me dan miedo.

Y te abrazas a mi espalda
como te gusta a tí hacerlo,
y susurras en mi oído
palabras de hermosos sueños
y las huellas de tus dedos
se convierten en pinceles
que dibujan con esmero
cada línea de mi cuerpo.
Y tiemblo, madre mía como tiemblo.

Y tus manos se deslizan
por mi vientre aún muy tenso
que resguardan a nuestro hijo
y lo mantienen  dormido en silencio.
Y me vuelves la cara
y tus labios en un gesto
articulan un “te quiero”
que me como de tu boca
donde encuentro mi alimento.
Y tiemblo,madre mía como tiemblo


Y a la luz del alba despierto,
con tu olor por todas partes
con una sonrisa en mi rostro
y señales en mis pechos
de los bocaos que mediste
cuando llegó sin remedio
lo que andabamos buscando
desde el principio de los tiempos.
Y tiemblo, madre mía como tiemblo.

Y al mar pongo por testigo
con su amanecer de rojo intenso,
que arrancas con tus caricias
temblores que me dan miedo.

anitina.
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