lunes, 28 de mayo de 2012

CAPITULO 51



"DEMASIADAS ESTRATEGIAS PARA TI"


Se había convocado una reunión y ésta no se hizo esperar. En el despacho de
Edward, en la oficina de la empresa, todos esperaban las instrucciones de Bella.
Parecía estar preparando las estrategias de una guerra mundial.
Sentada en la mesa de Edward, tras la pantalla del ordenador, completamente
concentrada, se asemejaba a una contrincante de un juego definitivo para dos..
Levantó sus ojos y los miró a todos para fijarlos finalmente en Edward.
Era impresionante observar como aquella mujer de aspecto delicado era capaz de
transmitir tanta fuerza.
Le sonrió levemente, dándole a entender que todos acatarían sus órdenes. Era
lo que él esperaba que incluso James las cumpliera sin discutirlas y que nadie
pusiera en duda el plan de Bella.
Vió como el cuerpo de ésta se enderezó por completo buscando armonía con su
esbelto cuello y su preciosa carita. Aquella mujer era un gigante, un huracán y era
suya
No tardó en tomar un lugar donde todos pudieran tener una buena perspectiva
de ella, justo delante de Edward, indicando de esta forma que él siempre sería su
apoyo. Y comenzó sin titubear...
_ James escúchame atentamente. Se que no es nada fácil lo que voy a pedirte,
pero de nosotros de todos, depende en estos momentos que saquemos algo de
ventaja.                       
_ No pienso perder detalle, te diría incluso que estoy impaciente.
_ La impaciencia James no es buena consejera y necesito todo tu temple. Quiero
que hagas una actuación estelar.
Los ojos de James se achicaron hasta ser dos líneas en su rostro marcando un
aspecto de duda y temor. Edward observaba a Bella en silencio. Sabía que a partir
de ese momento la guerra se había vuelto peligrosa. Bella exigiría el máximo de
cada uno de ellos y daría aún más.
Su voz sonó rotunda pero no por ello era una orden.
_ Se como te indicó Edward, evadiendo todo contacto con Marlena alejado en todo
momento sin más referencias que las nuestras. ¿Has podido hablar con Dorothy?
_ He estado en contacto teléfonico con ella en todo momento.
_ También lo he estado yo y he podido comprobar que está instalada
confortablemente.
_ Lo sé, sus palabras para describir el lugar eran fabulosas.
_ Lo es James, es un lugar mágico.
Mientras pronunció esas palabras sintió los pasos de Edward aproximarse a su
espalda y rozarla con su torso y los recuerdos de aquel encuentro de ambos la
envolvieron haciendo que cada célula de su cuerpo sintiera nostalgia.
_ James, ¿representaste alguna comedia o alguna obra infantil en el colegio?
_ Más de una Bella.
_ No sabes lo que me agrada escuchar eso, porque necesito que recuperes tus
dotes de actor y que te esfuerces todo lo posible en hacerlo de forma impecable.
Ante todo quiero que sepas que ella está informada de mis planes y que si bien
como mujer enamorada, no muestra simpatía por ellos, está de acuerdo conmigo
en que será una buena jugada.
_ Explícamelo detenidamente porque creo que te voy entendiendo.
_ James necesito que como un hombre decepcionado, hastiado de todo busques
nuevamente a Marlena. Tendrás que hacerla creer que la necesitas, rogar incluso
si fuera necesario que solo en sus brazos encuentras consuelo, que estabas
equivocado. Le pedirás que te perdone, que te de una nueva oportunidad para
formar parte de su vida. Tendrás que inventar pequeños fragmentos de una
relación con Dorothy que nada tenga que ver con la realidad, y que la termine por
hacer creer que ninguna mujer excepto ella pueda completarte. Alimentarás su
ego con palabras que la lleven a pensar que ella es la única capaz de satisfacer
todas tus necesidades. Tu imágen James tiene que ser la intermedia entre un
lacayo dispuesto a complir sus órdenes y la de un loco enamorado dispuesto a
resarcirla de todos tus errores.
Lo vio asombrado, conteniendo la respiración. Sabía lo que estaba pensando y
quiso ayudarlo a tomar oxigeno nuevamente.
_ Cálmate James, para esos momentos de intimidad que imaginas y no deseas
junto a Marlena, también tengo planes. No te obligaría jamás a hacer algo que yo
no fuera capaz de hacer.
Marlena no conoce el verdadero amor. Lo único importante para ella es obtener
beneficios y te aseguro que la haremos creer que a tu lado los conseguirá.
_ Bella quiero que sepas que pensar en acercarme a Marlena me repugna.
_ Te estoy describiendo la situación que necesito que representes. Si eres
inteligente y me has comprendido desde el principio, habrás entendido que un
hombre que huye de una decepción, corre a refugiarse para calmar su dolor en
quien hace tan solo unas horas le estaba solicitando su atención y que solo de ea
forma, a su lado conseguirá una victoria.
_ Pensar en estar nuevamente cerca de ella me resulta insoportable.
_ Le comunicaré exactamente esas palabras a Dorothy James, seguro que son
música celestial para ella. Tú solo representarás, actuarás conforme a un guión,
ella sin embargo estará ciega y sorda, a lo único que atenderá será a su corazón,
a sus sentimientos por tí y aún asé es fuerte. ¿Estarás tú a su altura?.
La mirada de James fue la respuesta que Bella esperaba.
Edward esbozó una sonrisa socarrona. Bella era inclemente, inflexible y salvaje
cuando guiaba a sus tropas. Era estar con ella o estar en su contra.
_ Bella quizá le estés pidiendo demasiado.
La voz de Alice sonó compasiva.
_ ¿Eso crees Alice?, ¿qué estarías dispuesta a darme tú?. Todas tus dotes de actriz
ya quedaron reflejadas aquella noche al fingir estar indispuesta ante James.
Se miraron ambas y el rubor de Alice fue instantáneo.
James no daba crédito a las palabras de Bella y ésta le aclaró todo en una sola
frase.
_ James, las estrategias comenzaron hace tiempo.
No dudaba que aquella mujer de aspecto tan femenino, tan delicado, llevaba
dentro un coloso de valor incalculable. No se quedaría atrás. Su decisión estaba
tomada. Era la hora de demostrarle a todos que era parte de ese ejército y que
estaba en el lado correcto.
_ Haré cualquier cosa que me pidas.
_ Bien James porque hay más, mucho más.
Se acercó hasta él y le indicó que se sentara a su lado.
Dirigió una mirada a Edward y a Emmet quienes ya sabían lo que vendría a
continuación.
Volvió la vista a James para mirarlo fijamente a los ojos, hablandole directamente
a ellos. No quería reflejar ni encontrar como respuesta ninguna duda. Sentía la
necesidad que éste llegara hasta el fondo de los suyos viendo todo lo que había en
ellos. Le estaba exigiendo mucho para que todos confiaran nuevamente en él.
_ Quiero que expidas un poder notarial tan amplio y bastante como para que
cualquiera de ellos, (miró a Edward y a Emmet), pueda disponer de tus acciones
como crea conveniente, y lo quiero en 24 horas.
Esta vez los ojos de James no se cerraron, ni un solo movimiento en ellos.
La voz de Bella no er dubitativa. Era una orden. La había entendido sin ninguna
duda, confianza, colaboración y entrega. Ninguna posibilidad de que el enemigo
contara con ventaja y disposición financiera. Podría no entender de inversiones,
pero no era un lerdo. Bella estaba acorralando todos los flancos y en ese momento
le estaba ofreciendo todas las posibilidades de ser una pieza clave en su tablero
de ajedrez.
Levantó su vista hacia Edward y luego la fijo en Emmet. Entendió que sería él a
quien irían dirigido sus poderes, como también fue consciente que de esa forma
los Brenan jamás dispondrían de la mayoría de las acciones de la Empresa.
Y su respuesta rotunda.
_ Tendrás lo que me pides cuando digas.
Bella tomó sus manos completa y satisfecha y como una madre que después de
impartir disciplina desea entregar ternura las apretó cálidamente.
_ James gracias, haré todo lo que esté en mi mano para que no te arrepientas.
Con tu colaboración será todo más fácil. Quiero que te veas como uno más de los
nuestros porque es así como todos lo sentimos.
Edward ingresará disponible en tu cuenta sin dejar rastro, el suficiente como para
que Marlena sienta interés por tu capital y puedas mantener todos sus caprichos.
James asintió, el también estaba convencido de ser uno de los suyos. Lo único
importante era proteger a Dorothy y mucho más adelante, tener la oportunidad
de vivir lo que soñaba junto a ella. Esta vez estaba seguro de estar donde debía.
Tenía algo que pedirle a Bella. Necesitaba ver a Dorothy, hablar con ella y
ofrecerle la tranquilidad que quería que tuviese. Hacerle una promesa. Ver sus
ojos y recibir de ellos la fuerza que necesitaba para llevar a cabo el plan completo.
Sus palabras salieron de su boca sin dar tiempo a transcribir sus pensamientos.
_ Bella por favor, necesito verlo antes de que comience todo.
_ Lo sé, y lo harás. Será por pocas horas, pero tendrás la oportunidad de ponerle
palabras y caricias a todos tus pensamientos, a todos tus deseos. Te aseguro
James que te ayudaremos de cualquier forma. Esos momentos a solas con Marlena
a los que tanto temes, los que se han vuelto una pesadilla para Dorothy, serán
más sencillos de resolver de lo que imaginas. Déjalo todo en nuestras manos.
Nadie mejor que otra mujer te ayudará a resolverlos.
Aunque James se relajó, todos sus músculos seguían en tensión. Ahora sí que
no entendíanada... otra mujer te ayudará a resolverlos..., ¿qué faltaba aún
descubrir?. No tenía ni idea de como Bella podría conseguirlo, pero no dudaba de
su inteligencia.
Y la voz de Bella nuevamente lo hizo volver de aquel lugar donde cada
pensamiento empujaba al siguiente.
_ Lara si es posible prepara un encuentro breve para que James pueda ver a
Dorothy. Tendrá que estar de vuelta esta noche. El espectáculo comienza.
_ Saldremos en 40 minutos. Toma solo lo que creas necesario. Atento a mi
llamada.
Bella miró a Edward, esperaba alguna señal, algo que le ofreciera aceptación hacia
James.
Edward con sus manos en los bolsillos de su pantalón y su posición de alerta lo
miraba fijamente. No había dejado escapar ningún gesto.
No lo había perdonado no podía olvidar sus actos contra Bella, conociera o no los
límites, había jugado con su felicidad pero si quería ser justo, el trabajo que tenía
por delante no era nada sencillo y si conseguía realizarlo con éxito, al menos no
dudaría de él.
Vió la mirada de petición de Bella, esa que le decía sin palabras que intentara ser
benevolente, más incluso que eso, que intentara darle su apoyo.
Dirigió sus ojos hacia éste y se encontró con los suyos esperando algún mensaje.
_ James tienes un trabajo duro por delante y de él depende la seguridad de los
que amamos. No vamos a dejarte solo. No vuelvas a fallarme.
Todo estaba dicho.
_ No lo haré te lo aseguro.
Emmet le aproximó un documento para que después de leerlo lo firmara.
_ Te explicaré detenidamente para qué y cómo lo haremos. No somos injustos
James, recibirás cuantía por la venta de tus acciones en su momento.
_ ¿Venta?, habéis hablado de un poder, no importa lo que hagáis con ellas.
_ Edward y Bella van por delante nuestra James, muy por delante.
No dijo nada más y firmó el documento. Dejó de pensar en las estrategias, las
acciones, la empresa y su papel, ese que le había tocado desempeñar. Quiso
dejrse llevar por otras sensaciones, las que le hacían estar junto a Dorothy.
Sintió la mano de Bella sobre su brazo y una serenidad cálida recorrió su cuerpo.
_ Hay algo más James. Tu mano de obra como tú la llamas ahora trabaja para
nosotros, pero no debe saber que eres uno de los nuestros. Es la única manera que
tengo de saber que será leal. Tendrás que ser convincente, que él siempre te vea
del otro lado.
Que dios le ayudara. Bella era una mujer muy inteligente y a la vez una suicida.
Estaba dispuesta a entrar en las fauces del lobo y no tendría piedad con él... Le
arrancaría las entrañas a la primera oportunidad. Marlena no había medido jamás
las fuerzas de su adversaria.
Y lo que vino a continuación se lo dejó aún más claro. Bella debería haber
trabajado para el ejército. Quizá lo hiciera y nadie lo sabía.
_ Alice cariño es tu turno.
_ Creía que nunca llegaría mi momento. Estaba ansiosa.
_ No podría dejar fuera a tan magnífica estrella.
_ No me hagas esperar más, estoy deseando conocer lo que tienes reservado para
mí.
_ Cuando lo sepas creo que me odiarás un poco, porque te mantendré alejada por
unos días de tu actividad favorita.
Edward no pudo contener la risa y Emmet gesticuló una interrogante.
_ No logro seguirte.
_ Lo harás en cuanto te lo explique, eres muy intutitiva.
Carraspeó antes de comenzar.
_ Bien lo tuyo es fingir que estás enferma, ya ves que se te dará muy bien, ni
James pudo advertirlo. Ingresarás en su clínica durante unos días. Serás la excusa
perfecta para él que tendrá jornada completa prestandote toda su atención. Es el
médico de la familia.
_ ¿No podré salir del hospital?, Bella ¿cómo me haces ésto?.
_ Se lo pido a la mejor actriz que tenemos y espero que te ganes un oscar con tu
interpretación.
_ Pero no podré enterarme de nada.
_ Alice, Emmet y Petter estaran contigo la mayor parte del tiempo, serán tu
vínculo con el exterior y te tendrán informada de todo además de protegerte.
_ ¿Protegerme?, ¿en un hospital?.
_ Alice, nuestro hogar les ha sido vetado, y tú estarás bajo vigilancia de James,
es más que probable que Marlena o tu madre, acudan insistentemente no solo a
molestar a James, sino a intentar acercarse a tí.
_ Aún así me perderé los mejores momentos.
_ Alice no es un juego.
_ Lo sé pero ésto es igual a combatir en la retaguardia.
_ Nuestros traseros también tienen que estar protegidos.
Esas palabras arrancaron una carcajada espontánea de los labios de Edward. Bella
era imprevisible pero increíblemente genial.
Cuando horas antes habían hablado de como plantear todos los puntos, su esposa
había sido muy convincente y sensual. En estos momentos y pese a la importancia
y la meticulosidad con que exponía todos los pasos, no perdía el humor, dando la
oportunidad a que todos se relajasen.
La cara de enfado de Alice lo hizo sonreír nuevamente y las siguientes palabras de
Bella, hicieron que todos sonrieran abiertamente. No había nadie excepto Bella,
que consiguiera crear ese ambiente entre tanta locura.
_ Sé que te mantedré alejada de las tiendas que me maldecirás por ello, pero a
cambio podrás lucir los camisones más maravillosos que puedas imaginar. Me
encargaré personalmente de hacertelos llegar.
La cara de Alice gesticuló una mordida torcida en sus labios. Sabía que Bella no
fallaría, pero además confiaba en ella plenamente y también quiso poner su punto
de humor. Las dos eran las más fuertes de aquel ejército familiar.
_ Bien acepto los camisones pero solo si hacen juego con la ropa interior.
_ Jajaja, ¿alguna preferencia?
Se sintió orgulloso de su mujer. Con cada una de sus palabras iba cerrando las
dudas, los miedos, sellando una gran seguridad en todos.
Bella era su luz, su estrella. No se equivocó aquel día, el primero en el que se
entregó sin ninguna reserva a conquistar su amor.
Se acercó despacio hasta ella y susurró en su oído.
_ Espero que elijas algunos para tí nena.
Por respuesta le guiñó un ojo cargado de sensualidad.
Un escalofrío recorrió su cuerpo, aquella mujer, su mujer, haría que las llamas del
infierno se rindieran a sus pies.

El viaje no había sido muy largo, al menos eso pensaba, pero si completamente
desconcertante.
Lara cumpliendo instrucciones estrictas de Bella, había vendado sus ojos para
que en ningún momento supiera la localización de Dorothy. ¿Pensaba que la
delataría?, ¿No confiaba en él?.
Al principio no lo entendió, incluso le incomodó, pero con el paso de los minutos
todo cobró claridad. Aquella mujer no dejaba cabo sin atar. Había pensado en
todo, no cabía la más mínima posibilidad de que Marlena conociera el escondite de
Dorothy.
Era curioso comprobar como al no tener visión el tiempo adquiría otra perspectiva.
No sabía con certeza el tiempo que había tardado para llegar hasta ella...
Dorothy... la vería en unos instantes.
Se lo había confirmado, así como le había informado de todo lo que necesitaba
saber.
El coche paró y sin embargo su corazón se aceleró. No sabía cómo pero casi podía
olerla, debía estar muy cerca porque su aroma lo impregnaba todo.
Fue mejor de lo que pensó. Sintió unos dedos desenredar la venda de sus ojos y
lo siguiente que sintió fue unos labios tan hambrientos como los suyos. Estaba
en casa y la fuerza que lo invadía sería la misma que le llevaría a cumplir a la
perfección su papel, y la ternura de sus besos la que lo guiaba a abrazarla como si
alguien quisiera arrebatársela.
La risa de Dorothy dentro de su boca le hablaba de un nerviosismo adolescente
tan hermoso que quedó enredado en su boca.
_ Muñeca me estás matando.
_ Y tú a mí. Ven ten enseñaré esta maravilla de refugio. Bella ha sido muy
generosa conmigo. Serán como unas pequeñas vacaciones, ya verás.
_ ¿Vacaciones sin tí?
_Oh James, pasará pronto. Confía en Bella es una mujer muy especial.
_ Lo sé he podido comprobarlo.
_ Pues más a mi favor.
_ Necesitaba verte saber que no tendrías dudas. Ya sabes lo que tendré que hacer.
_ James si tú no dudas, yo no lo haré.
Volvió a abrazarla. Aquella preciosa mujer lo dejaba cada vez más asombrado. ¿De
donde sacaba el valor?
El estaba asustado. Pensar en volver a compartir momentos con Marlena no solo
le hacía tener escalofríos, sino miedo, miedo por Dorothy, por llegar a perderla.
No tenía dudas sobre lo que sentía, pero ¿lo soportaría Dorothy?.
Fue entonces cuando entró en la cabaña cuando vió a Lara y al miembro
de seguridad dirigirse hacia el exterior intentando darles la intimidad que
necesitarían durante horas.
Dorothy lo conducía por los espacios de aquella construcción con familiaridad
infinita. La siguió subiendo detrás de ella las escaleras, hasta llegar a una
habitación espaciosa y muy iluminada.
Vió como ésta le indicaba que cerrara la puerta con llave mientras se dirigía a
sentarse en la cama y lo llamaba palmeando ésta.
Se acomodó a su lado. Sabía que no tenían más que unas horas y necesitaba
decirle todo lo que sentía.
Quiso comenzar a hablar pero Dorothy le tapó la boca con sus dedos.
_ No me lo digas con palabras. Amame, demuéstrame lo que sientes y no serán
necesarias.
Y la boca de James no articuló ninguna excepto las que decían te quiero, las que
obtenían como respuesta otras de igual contenido.
Sus manos no tuvieron prisa, aunque el tiempo no fuese demasiado. Amar a
Dorothy era querer detener el tiempo para disfrutarla.
Sentir su piel erizada en sus brazos, era acercarse a su placer hasta casi rendirse.
No le pidió que oscureciera la habitación. Aquella mujer estaba entregándolo todo,
en un acto de total confianza.
Con un recorrido sus ojos pudieron abarcarla todo. Su desnudez la perfección
y sus manos despojándolo de su ropa con caricias suaves, un límite demasiado
peligroso.
Dos cuerpos desnudos, entrelazados intercambiando sus necesidades,
colmándolas en las del otro. Pequeños trueques de iniciación.
_ Eres preciosa.
_ Eso es lo que quiero ser, preciosa para tí.
No se suspendieron los besos húmedos ni insistentes cuando James se enterró en
ella por completo. Y como si todo fuera un ciclo natural y perfecto, sus cuerpos
iniciaron movimientos lentos hacia un laberinto que podría llevarlos a recorrer el
camino de salida juntos.
Las manos de Dorothy a ambos lados de su rostro, enmarcándolo y acariciandolo
con sus dedos, le hacia a veces separar su cara para mirarla, sintiéndose aún más
preso de su boca.
Creyó volverse loco cuando la vió dejar caer una mano abierta sobre su corazón y
con los ojos cerrados sonrió con plenitud.
Dorothy era alma en esos momentos y la estaba compartiendo con él con nadie
más.
Como un ángel bajo su cuerpo emitía pequeños sonidos que podían igualarse
al aleteo de una mariposa, breves y gráciles consiguiéndo que su corazón se
derritiese de amor.
_ Mírame cariño.
Y abrió sus ojos brillantes para ofrecerle la vista más hermosa que hubiera podido
imaginar. Allí en ellos solo se reflejaba él. La silueta de un hombre enamorado
profundamente.
_ Nadie nos quitará ésto jamás, te lo prometo.
Y con un beso largo sellaron aquella promesa.

Tantas explicaciones habían conseguido agotarla y aunque no didera nada
Edward podía ver el cansancio en sus ojos.
Se acercó a ella sin apenas hacer ruído, mas Bella pudo presentirlo. Deseaba
apoyarse contra él. Edward era su refugio. Descansar entre sus brazos el paraíso.
_ No hace falta que digas nada, puedo ver en tus ojos todo lo que necesitas.
_ Lo se.
_ Es hora de que ambos descansemos un poco.
_ ¿De verás quieres descansar?, quiero decir no hablar, dormir, ser bueno y no
jugar.
_ No me tientes ni quieras saber tampoco que es lo que mi cuerpo me pide en
estos momentos, pero voy a ser bueno. Lo único que habrá serán caricias tiernas,
mis manos masajearan tu espalda hasta sentir que estás dormida profundamente
y entonces solo entonces, podré descansar junto a tí.
Ha sido un día de demasiadas estrategias.
_ También puedo emplearlas para amarte.
_ No tengo la menor duda, pero será mucho mejor si ambos nos encontramos con
más fuerzas. Tengo algo reservado para tí, señora estratega que difícilmente no
cumpliré esta noche.
_ ¿Puedo saber que tienes en mente?.
_ Será mejor que ninguno de los dos hablemos de ello ahora.
_ Una pista, solo una y estoy segura que lo acertaré.
_ Bien solo una, … creo que últimamente no te cuido demasiado...


Nota: Espero que seáis algo condescendiente conmigo, escribir sobre el amor es
bastante menos complicado, sobre todo cuando se vive muy de cerca, pero nunca
he sido como Bella una estratega.
Intentar constantemente atar cabos para que todo encaje como una pieza de puzle es difícil para mí. No obstante espero no defraudaros. Gracias.

3 comentarios:

  1. Fascinante me encanto está faceta de Bella de estratega para mi es perfecta,gracias cariño....Besos...

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  2. Estuvo excelete muy bien narrada, para no tener experiencia lo hiciste genial. le ha dado a la historia otro toque interesante.
    Bien hecho Nena.

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  3. Está buenísima; la historia ahora está más compleja, hay muchas ramificaciones posibles y eso la hace muy interesante. También me gusta mucho las capas que estás construyendo entre James y Dorothy, y entre James y los otros personajes; me gusta, que a pesar del papel lider de Bella, no se pierda el equilibrio con su pareja. Está muy buena! Un abrazo

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