lunes, 16 de enero de 2012

Capítulo 37 "Momentos difíciles"



Bueno este capítulo me gustaría dedicarselo a una de las chicas con la sonrisa más escandalosa que conozco, y a quien me alegra la vista permanentemente con imágenes y fotografías. Gracias por hacerme reir siempre guapa, es un lujo hablar contigo. 


........


_ Ja,ja,ja,ja 

_ Por favor no más, no más. 

_ Tú te lo has buscado. 

_ De eso nada. 

_ Solo he dicho lo que pensaba. 

_ Eso es, y lo has hecho muy bien. Creo recordar que estas han sido las palabras “podrías haber sido barbero”. 

_ Ja,ja,ja,ja 

_ Nena estás preciosa cuando te ríes. 

_ No sé si podré soportar un piropo más. 

_ Los tengo todos para tí. 

_ Eso está muy bien. 

_ Deja esa cuchilla por favor. Ja,ja,ja,ja. 

_ ¿No quieres que siga?. 

Tiró de la toalla dejandola completamente desnuda ante sus ojos, y su corazón junto a todo su cuerpo, tembló ante tanta belleza. Nunca dejaría de asombrarse al sentir como cada parte de su ser vibraba solo con mirarla. La textura de su piel, su color, sus gestos en la cara, sus posturas tan femeninas, sus manos intentando cubrir su cuerpo, ahora no de pudor, sino mostrando solo lo que quería dejar ver. 

_ No me mires de esa forma. 

_ ¿Cómo lo hago? 

_ Tus ojos me piden cosas, todas las cosas. 

_ Las quiero todas princesa. 

_ Y son tuyas, por eso no te entiendo. Si ya las posees, ¿por qué las sigues pidiendo? 

La atrajo hacia sí, desnuda contra su cuerpo, y retiró la toalla que cubría su desnudez. Una vez más, piel con piel. Los cuerpos aún calientes del agua, rozandose, amandose sin instrucciones, preparados para un nuevo encuentro. 

_ Siempre serás mía, y sin embargo siempre te pediré permiso. Jamás haré nada que no desees tanto como yo. Y te deseo cada minuto. 

Se acercó a su boca sin dejar de mirar a sus ojos, esta vez no para pedir, sino para verse dentro de ellos y silenciosamente depositar un beso húmedo y lento en sus labios, los mismos que se abrieron carnosos y expuestos para recibirlos. Sin prisas sus lenguas fueron iniciando el recorrido del encuentro, produciendo en cada contacto y en cada retirada, una sensación conocida a ambos. Pero no fueron solo sus labios, ni sus lenguas, sino al unísono manos acariciandose y caderas rozandose buscando siempre el baile infinito. Pequeñas caricias que ocasionaban grandes respuestas. Edward retiraba las hebras de su pelo aún mojado, de sus hombros mientras que arrastraba sus dedos al hacerlo por su cuello y masajeaba con ellos cada centímetro de su piel. Bella jugaba con el pelo húmedo de su nuca, acariciandolo con su mano y dibujando con ella el perfil de su rostro. Arqueada su cintura, encajando en el torso de Edward, sintiendo el mismo trato que una muñeca de porcelana, frágil y valiosa. Suspiró dentro de su boca un aire calido nacido desde el fondo de su vientre, el mismo que comenzaba a contraerse desde las primeras caricias. Se separó sin quererlo para volver a mirarlo. 

_Es tarde cariño, muy tarde para inciar algo que no podremos terminar y me hiciste anoche una promesa. 

_ Y todas las promesas las cumplo. 

_ Por eso aún te quiero más. 

_ ¿Cumplirás tú la tuya?. 

_ No te fallaré. Mientras acudes al despacho solo saldré en compañía de Alice y siempre vigiladas. No estaremos demasiado tiempo fuera de casa y tendré el teléfono siempre disponible. 

_ Muy bien. Ahora dime ¿donde irás?. 

_ Ayer Alice me habló de mi casa. Me gustaría ir allí, mirar, oler, ubicarme en otro lugar antes de vivir contigo en casa. Podría recordar al estar rodeada de otras cosas que formaron parte de mí, y si es así será bueno para los dos. 

_ No voy a oponerme a que lo hagas, pero ten mucho cuidado. Y ya sabes, si ves a James o te encuentras con alguien a quien no recuerdes y te haga preguntas, deja que sea Alice la que conteste por tí, ella sabrá que hacer. Los hombres no os perderan de vista ni un solo segundo, tienen instrucciones de seguiros a cualquier parte. 

_ Seré muy cuidadosa y haré todo lo que me dices. 

_Sino es así te aseguro que te encerraré en este cuarto. 

_ No sería mala idea si me tratas como lo has hecho. 

_ No me provoques. 

Le dió una cachetada en las nalgas mientras que le ofrecía un guiño seductor y sexy. 

_ Ahora ¿quien provoca? 

_ Si haces trampas, yo también tendré que usarlas. 

Su risa invadió la habitación llenandola de alegría. Si seguía contamplandola no encontraría el momento de marcharse. 

_ Tapa ese cuerpo hecho para volverme loco o me harás olvidar todas y cada una de mis promesas. 

… 

_ Lara ¿qué hora es?. 

_ Veo que la mañana se te está haciendo demasiado larga. 

_ Hoy ha sido un día de locos. 

_La locura solo la tienes instalada en tu cabeza. No paras de mirar el reloj esperando que Bella te llame, ¿por qué no lo haces tú?. 

_ No quiero parecer un histérico. 

_ Pero si no la llamas lo serás. Vamos Edward, han pasado solo dos semanas desde su intervención, no te has separado de ella en ningún momento, el trabajo ha ocupado solo pequeños espacios desde casa, y lo peor de todo, es que hay un motivo detrás de todos ésto para estar alarmado. Aún así, cualquier cosa que hubiera sucedido lo sabríamos en el mismo instante. Hay tres hombres vigilandolas. Ha estado encerrada demasiado tiempo, está con Alice y estará feliz de ver que puede hacer una vida medio normal. Llamala, vamos deja que sea tu bálsamo como tú lo eres cuando ella está perdida. 

Lo dejó solo en el despacho. Si lo conocía como creía no tardaría en llamarla, cuando todos sus miedos y su intranquilidad le dejaran espacio para pensar con claridad. 

Y se decidió por un mensaje. 

…. 

De Ed a Bella. 

¿Donde estás? 

¿Por qué no me llamas? 

Creo que te encerraré al llegar a casa. 

Te quiero. 

…. 

Oyó sus risas y levantó la vista de su teléfono. 

Se dirigió a toda prisa hacia la puerta de su despacho oyendo cada vez más intensamente su voz. Abrió la puerta y la buscó siguiendo los sonidos de su voz. Allí estaba, tan feliz como la había dejado horas antes. Sus mejillas ligeramente rosadas, sus ojos brillantes, su boca articulando palabras que él no escuchaba. Bella se volvió para miralo como si sus ojos la hubieran llamado. Sus pies se encaminaron rapidamente hacia él buscando la cercanía, y todo su cuerpo de estrelló contra el de Edward buscando su abrazo. La estrechó fuerte como quien lleva mucho tiempo sin disfrutarla sin tocarla. 

_ Nena, ya estás conmigo. 

Intentaba prestar atención a todas y cada una de las palabras que en su mente tardaban en convertirse en frases. La velocidad de Bella hablando era tanta, y con una energía hermosa, que no acertaba a comprender todo lo que le transmitía. 

_ Para, para despacio princesa, no puedo seguirte. 

Bella suspiró casi bufando. Su corazón latiendo rápido y su respiración agitada llevando aire hasta su rostro. 

_ Edward, he recordado cosas, jajajajaja, muchas cosas. ¿sabías que no sé cocinar?, dios mio no es solo eso, soy un desastre en la cocina. Oh Edward lo siento, lo siento, no podré prepararte nada. 

_ Cocinaré para los dos nena. 

Sonreía mientras lo decía, su niña estaba volviendo. Ahora tendría a las dos. 

_ Edward hay más cosas, más cosas. 

_ Cuentámelas todas. 

_ No ahora no, tengo hambre. 

_ Por cierto ¿que le haces hermanito?, lleva toda la mañana hablando de comida. 

_ Es cierto, la he vuelto loca, pero estaba tan contenta que solo hacía pensar en galletas, helados, muchos helados. 

Como una máquina de relojería perfecta, la memoria de Edward recordó la apuesta. ¿Helados otra vez?. Recuperó rapidamente la imágen de Bella comiendolos, casi deborandolos, relamerse los labios y pedir más. Y casi instintivamente una sonrisa apareció en su rostro. Si las reglas de la naturaleza no fallaban, Bella podía estar.... No quiso seguir penandolo, ni imaginarlo si quiera. Demasiado pronto después de la intervención a la que había sido sometida. De sonrisa a preocupación se tornó su rostro. 

_ ¿No te alegras?. Estoy recordando y la salida de hoy me hace feliz. 

_ Claro que sí princesa. Es solo que no me has llamado. 

_ T tú ¿por qué no lo has hecho?. Estaba tan curiosa, tan interesada por ver que podía recordar, tan pendiente de las cosas que podían ayudarme, que el tiempo ha pasado volando. 

_ Vamos cariño, ya estoy aquí. 

Se acercó a su oído. 

_ Te alegrará saber que he recordado en qué consisten tus castigos. Se lo dijo con palabras lentas, llenas de intención de despejar todas las dudas que veía en su rostro. 

_ Da por hecho que te mereces alguno. 

_ Lo espero ansiosa. 

Tomó con ambas manos su cara, y acercó su boca hasta la de Bella, sintiendo que cualquier día no muy lejano sus deseos pudieran hacerse realidad. 

_ Creo que llegó en un maravilloso momento. ¿Estamos celebrando algo?. 

La primera en volverse para darle rostro a esa voz conocida fue Alice, sin que mediara casi espacio de tiempo lo hizo Lara. Ambas se miraron a la vez transmitiendose en secreto su decepción por la interrupción del momento, así como por la preocupación de la respuesta de Bella. 

Pero mucho más veloz en sus movimientos fue Edward, que actuó de manera instintiva acomodandose a Bella en su costado y reteniendo con su brazo, rodeando su cintura y enlazando su mano con la de Bella inmóvil. Suficiente señal para que lo entendiera. Aquella mujer debía ser Marlena. 

En cuanto sintió la presión de la mano de Edward, su cuerpo reaccionó en alerta. 

_ Marlena, ¿cómo tú por aquí?. No tenías cita previa. 

_ No Lara no la tenía, pero tampoco creo que sea necesaria para venir a ver los amigos. Iba de paso, pensé que sería buena idea subir un rato para saludar, y por lo que veo no me equivocaba, estais casi a pleno. 

_ También ha sido casual para nosotras Marlena, andabamos de crompras y se nos ocurrió que Edward podía invitarnos a comer. 

_ Una extraordinaria idea, y ¿sin querer parecer curiosa o atrevida puedo preguntar por qué Bella no está trabajando?, has dicho que estabais de compras. 

Pensó durante décimas de segundos dejar a su hermana contestar, pero cambió radicalmente al mirar a Bella y ver como su rostro se endurecía mirando a Marlena sin dejar de temblar. No le ocultaría al mundo ni un minuto más quien era Bella en su vida. 

_ Tu siempre has sido demasiado curiosa y atrevida, espero no molestarte al utilizar tus mismas palabras, pero creo que es el momento más oportuno para darte la noticia. Bella (lo dijo mirandola a los ojos), es ahora Isabella Cullem, no trabajará más en este despacho como empleada, podrá hacerlo en calidad de lo que ella quiera,o simplemente ser inversora, aunque no hay nada más que desee, que se dedique exclusivamente a mí. 

Bien lo había dicho, y su pecho se sintió más libre que nunca. En los ojos de Bella una tímida sonrisa, estirando levemente sus labios decía todo lo que las palabras no pueden abarcar. Era su mujer, la amaba profundamente, y si sus enemigos querían batalla, la encontraría, pero de frente. Besó su pelo y se olvidó conpletamente del resto del mundo para sentir como Bella se pagaba a su costado buscando su calor y la calidez que en ese momento Edward le ofrecía. Pero ese leve momento fue segado con frases rápidas e incoherentes. 

_ ¿Isabella Culem?, ¿cuando?. Esto debe ser una broma de mal gusto Edward. No habeis anunciado compromiso.¿Ha sido un acuerdo?. No entiendo nada, ¿podrías explicarme como ocurren estas cosas sin que tu familia y tus amigos podramos participar? 

Intentaba calmarse y hacer sus preguntas más ligeras. Control, necesitaba control o echaría a perder su plan. Pero su furia luchaba contra ella. 

_ Edward, nos conocemos desde hace mucho tiempo, ¿cómo has podido ignorar a nuestra familia en algo tan importante?. 

No podía seguir escuchandola o su estómago sufriría más de lo que ya lo hacía. 

Levantó los labios del cabello de Bella y volteó su cara entre seria y cínica. ¿Marlena estaba jugando a controlarse?, bien el era un experto del control excepto con su mujer. 

_ Marlena tranquilizate. Me agrada tu entusiasmo y la energía que manifiestas en cada una de tus preguntas. Jajajaja, no sabía que podías preocuparte tanto por mi familia y excepcionalmente por mi vida, es un privilegio. 

La cara de Marlena cambio visiblemente. Cada una de las palabras empleadas por Edward eran un disparo certero a su decepción, a su ira y a su rabia. Lo conocía bien. Edward estaba sentando precedente de su situación con una calma pasmosa. Intentó sonreir ligeramente para desbaratar parte de la expectación creada con las preguntas de Marlena. 

_ Bella es mi esposa desde hace algo más de dos semanas, no hay acuerdos, ni pactos familiares, no es una decisión precipitada si eso es lo que has llegado a pensar, por supuesto que no ha sido ni es un secreto, quienes decidimos que lo supieran lo han sabido desde el principio, esa fue nuestra elección, decidimos quienes tenían que estar, como debía ser y cuando. 

_ Pero ha sido tan repentino que, que... 

_ Que no lo esperabas, una sorpresa, es lógico Marlena. Creo que todos reaccionaran de la misma manera, es comprensible. Pero ambos estabamos de acuerdo en no esperar. 

Dejó de mirar a Marlena, y enfocó sus ojos en los de Bella, dentro muy dentro de ellos, y esta vez lo que vió llenó su corazón más aún de amor de lo que ya sentía. Un mar inmenso en calma, lleno de aceptación por sus palabras, un colore verde intenso de esperanza, de futuro juntos y un brillo majestuoso iluminandolo todo. 

_ Te amo señora Cullem 

Sus palabras sentidas, nacidas del alma, sin importar donde ni como, eran la muestra más hermosa de sus sentimientos. Las msmas que obtuvieron por respuesta un “te quiero” silencioso, articulado en sus labios solo para él. 

_ Como ves Marlena no existieron pactos, solo el amor querida, un grandísimo amor. Vamos chicos estoy aquí, y ahora quien tiene hambre soy yo. 

No podría ser cierto lo que estaban presenciado sus ojos. Edward Cullem su objetivo durante años, el hombre que le había despreciado mil veces, el motivo de su venganza, allí de pié, embebido en la mirada de una cualquiera a la que había hecho su esposa. Solo pensarlo le daba náuseas. Aferrarse a la escasa fuerza de voluntad que le quedaba para poder soportar unos minutos más antes de marcharse y estrellar su odio contra la nada. Control, control, se repetía una y otra vez, como si de óxigeno se tratara intentando llenar sus pulmones. 

_ Sin duda la noticia dejará a todo el mundo sin palabras. 

Lo dijo ahora actuando, ligera en sus gestos,mientras que apoyaba su bolso sobre el escritorio de Lara. Caminó lentamente hacia ambos hasta estar frente a ellos. 

_ Espero de verdad que no os hayais precipitado y que podamos celebrarlo como se merece, aunque con retraso. 

Besó casi sin rozar a Bella, para luego abrazarse a Edward y estampar dos besos sonoros en sus mejillas y luego en los labios. Volvió su cara para mirar a Bella, esperando que ésta mostrara algún sgno aparente de enfado, de celos, de temor. No halló nada, solo calma, una tranquilidad que la enervaba aún más de lo que estaba, al mismo tiempo que hacía crecer su rabia. Pero sin duda alguna las palabras que siguieron la terminaron de enloquecer y desubiar por completo. 

_ Muchas gracias Marlena, por supuesto que lo celebraremos, es amor siempre es motivo de alegria, de fiesta. Este hombre (mientras decía esas palabras buscaba el rostro de Edward encontrando como éste la miraba esperando alguna de sus respuestas), será mío el resto de su vida, al igual que yo prometí ser suya para siempre. 

No dejó de mirarlo ni un solo instante. Sabían ambos que las palabras estaban repitiendose en silencio. Y la boca de Edward no esperó más. Selló la de Bella en uno de esos besos que no se olvidan... 



6 comentarios:

  1. wow!! madre mia!! ha aparecido marlena!!! y se ha ido bien jodida! jajajaja! me encanta que bella se este recuperando y que sepa defenderse y dejar claro que edward es su hombre!! me ha encantado el capitulo aunque se me ha echo muy cortooooo! estoy deseando leer el siguiente capitulo! y espero que marlena se pudra porque la odio!!se la ha sentado como el culo que edward se casara con bella! y encima sigue pensando que ella es mejor que bella! siguela!
    un besitooo :)

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  2. Oh que capitúlo, he estado en ascuas que bien Marlena se ha merecido esa noticia así de sopetón quedo bien fregada se lo merece por mala, me encanta que Bella no se deje que pelee por su hombre. Waoo como que viene un bebé encamino uy que emoción, por favor siguela, no la dejes, espero el otra capitúlo con muchas ganas.
    Saludos desde Panamá

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  3. jajajajaa me encanto es bueno saber que Bella se recupera fantasticamente bien ,dios es detestable esa Marlena...Besos nena sigue asi...

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  4. hola Ani cuanto tiempo ,lo se e estado un tiempo desaparecida ,pero me voi recuperando y los animos creceran etenido un tiempo dificil en la famili y por eso casi no entraba,pero bueno ya estoy de vuelta.este capitulo me encanto por fin la bruja se entero y aver q se le ocure esta vez,tu eres maravillosa y espero entrar al chat par charlas necesito distraerme un rato .um beso

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  5. Está buenísimo... que Bella no se deje amilanar por la zafia de Marlena. Y Edward que se ponga los patines porque esa loca -Marlena- está dispuesta a enredarlo, a acosarlo para crear rollo entre él y Bella, y hasta es capaz de pagar a otra mujer para que haga el papel. Y Bella, estupenda, mostrando la confianza en su hombre, en su amor. Adelante con la historia, amiga!!! Saludos de Venezuela. - Clarisse

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  6. omggggggggggggggggg
    bien me alegra q se lo dijeran asi a la cara omg me gusto mucho bien x ed y bella y q la marlena siga verde jajajajaja gracias ani x cierto el cap anterior fue mi regalo fue el dia d mi cumple gracias ani besitos cuidate nos leemos byeeeeeeee =)

















    =)

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